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El coche bomba descubierto en Madrid llevaba más de 60 días en el mismo sitio

El coche bomba desactivado el pasado miércoles en Madrid llevaba aparcado en el mismo lugar desde el pasado 21 de enero, según Brújula -empresa privada dedicada a localizar coches robados . Este hecho ha sido confirmado por fuentes de la investigación y de dicha firma, cuyos empleados estiman que el vehículo se hallaba frente a las viviendas militares desde diciembre. Fuentes policiales apuntan que el explosivo carecía de activador y que las bombonas de gas estallaron por "causas desconocidas" al manipularlas y no de modo controlado. La policía cree que era "una mercancía entregada, pero no recogida".

El coche-bomba localizado y desactivado el pasado miércoles ante el número 49 de la calle de Virgen del Puerto - en la que residen numerosos militares-, en Madrid, llevaba aparcado en ese lugar no menos de 60 días, toda vez que un trabajador de la empresa. Brújula advirtió el 21 de enero la presencia en ese sitio del citado vehículo, un Opel Corsa rojo. El empleado dedujo que era un turismo robado: las puertas se hallaban abiertas y tenía hecho un puente.

De añadidura, la matrícula correspondía a unos dos años atrás mientras que el modelo tenía unos siete de antigüedad. Este empleado prestó declaración ayer ante la policía. Agentes de la Policía Municipal que patrullaban por la zona advirtieron el miércoles la presencia de este turismo y comprobaron que su matrícula -M-4615-JL- estaba registrada como de "interés policial" por haber participado en un tirón de un bolso a una pareja, realizado con un Renault-5.

La policía sospecha que el denunciante debió de confundir los números de la matrícula, que en realidad era un duplicado de una de un Opel Kadett. Los agentes municipales advirtieron que en el interior del vehículo se observaban cables y bombonas de gas, lo que acrecentó sus sospechas de que se trataba de un coche-bomba.

Los artificieros comprobaron que en el maletero del coche había dos cajas de cartón. En una de ellas se encontraba una olla de acero inoxidable de unos 50 litros de capacidad rellena de amosal y dinamita hasta una cantidad aproximada a los 25 o 30 kilogramos. El artefacto carecía de mecanismo activador del explosivo.

En una segunda caja situada en el maletero se ocultaban dos bombonas de camping gas conectadas al anterior artefacto. Mientras se extraían, se comprobó que había una tercera situada tras el asiento delantero derecho. Al manipular las bombonas "por causas desconocidas", según los primeros informes periciales, se produjo el estallido de las mismas y posterior incendio del vehículo. Esto indica que, en contra de las primeras versiones, la explosión de las bombonas no se produjo de manera deliberada y controlada, sino por una manipulación, al tiempo que se descarta que hubiera trampas.

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Según fuentes de la investigación, el coche-bomba no estaba preparado aún para estallar, sino que tenía que ser ultimado con un mecanismo activador, aunque sí disponía de cordón detonante, por el comando que debía recogerlo en Madrid y que por motivos desconocidos no lo hizo. "Es una entrega no recogida", indicaron estas fuentes. En todo caso, ello evidenciaría que esta acción no era una respuesta a la detención el pasado lunes en Francia de Josu Mondragón, número dos de ETA, ya que el vehículo estaba en Madrid desde semanas antes.

En medios policiales se estimaba ayer que será muy difícil identificar a la mujer y dos hombres que secuestraron el pasado jueves durante unas horas a un profesor, a quien confundieron con un empresario que licitó para las obras de la autovía de Leizarán. La víctima, el profesor Manuel Ruiz, ha aportado una declaración muy confusa dado el nerviosismo con que vivió su retención.

Barrionuevo, sobre Amedo

Por otro lado, José Barrionuevo, ex ministro de Transportes y Comunicaciones, afirmó ayer a Antena 3 Radio, a propósito del policía José Amedo, procesado por su presunta relación con los GAL, que "ha tenido un trato legal, pero no justo". Barrionuevo, ex titular de Interior, tendrá que declarar en este proceso. El ex ministro aseguró que resulta extraño que el subcomisario Amedo y el inspector Michel Domínguez, "que jamás han eludido la acción de la justicia, lleven ya tres años de prisión sin ser sometidos a juicio".

En el caso Amedo, se han producido "algunos despropósitos, quizás por algo de lucha política interna o por tratar de menoscabar la acción política del PSOE contra el terrorismo", según Barrionuevo.

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