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El Gobierno trata de asegurar el gasoducto del Magreb para no variar el nuevo Plan Energético

La visita del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, al Magreb tiene mucho fundamento desde el punto de vista económico e industrial. El Gobierno necesita forzosamente mantener buenas relaciones con Argelia y Marruecos para poder sacar adelante el Plan Energético Nacional (PEN) como tiene previsto; es decir, basándose en gran medida en el desarrollo del gas natural. El PEN considera el gas natural como la principal fuente energética para cubrir la demanda eléctrica que se necesite a partir de 1995.Para ello, España precisa tener un suministro regular, seguro y diversificado de gas, motivo por el que desde septiembre de 1989 ha negociado con Argelia y Marruecos la construcción de un gasoducto entre los campos de gas argelinos y España a través de Marruecos y el estrecho de Gibraltar. Además, España tiene contratos con Noruega y Libia y espera formalizar pronto otro con Nigeria.

Las previsiones del PEN, que ya está redactado por Industria, prevén diversos escenarios. La potencia eléctrica adicional que se necesita a partir de 1995 es de 6.500 megavatios, de los que casi 3.000 provendrían de gas natural. Por ello, el gasoducto se ha considerado siempre como imprescindible en Industria, que lo ven viable siempre que asegure potencia para 2.500 megavatios.

El estallido de la guerra ha hecho cundir la alarma. Si Argelia o Marruecos se niegan a la construcción del gasoducto o la retrasan, el PEN tendrá que sufrir importantes cambios sobre los previstos. Y eso puede suponer que se tenga que recurrir a la energía nuclear y poner en marcha alguna de las centrales nucleares que ahora están en moratoria. Las otras alternativas, como el carbón, el fuel y la importación de energía ya tienen prácticamente el cupo cubierto en las previsiones.

La aprobación del gasoducto, dada la cercanía de: la fecha en que se quiere aprobar el nuevo PEN -antes del verano-, debe producirse en breve plazo para despejar incógnitas. Su extensión es de 1.250 kilómetros, que cubren desde Hassi R'mel hasta Sevilla. La inversión total asciende a 1.300 millones de dólares (120.000 millones de pesetas), de los que cerca de 1.000 millones serían pagados entre Marruecos y España. En su primera fase, se prevé el suministro de 50.000 millones de termias, lo que supone un aumento de 30.000 millones sobre las que llegan a España por barco. A su vez, el INH está colaborando con Marruecos para desarrollar la red de gas.

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