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El Reino Unido recorta un 0,5% el precio del dinero

El Gobierno británico cedió ayer a la presión de parlamentarios, empresarios y miembros de la City y rebajó en medio punto el precio básico del dinero, hasta el 13,5%. La medida del Banco de Inglaterra fue seguida de inmediato por los bancos comerciales, pero no por las instituciones que finacian los créditos hipotecarlos. La cauta rebaja del tipo de interés fue considerada insuficiente por la industria y por algunos expertos, que no ven en ella la fuerza suficiente como para frenar la recesión.La decisión fue adoptada por Norman Lamont, responsable de Hacienda, al día siguiente de que el primer ministro, John Major, manifestara en la Cámara de los Comunes que rebajar los tipos de interés ahora era incurrir en oportunismo político y dar muestras de ingenuidad económica. En las últimas semanas había venido produciéndose un clamor para que se recortara el precio del dinero: los políticos conservadores con escaños en el aire porque temían perderlos ante la recesión económica y los empresarios porque la carga financiera no hacía sino hundirles aún más. Ayer mismo, seis destacados economistas monetaristas seguidores de la ex primera ministra Margaret Thatcher advertían en una carca publicada por The Times que o se rebajan los tipos de interés o el país estaba abocado a entrar en una situación como la que se saldó con la gran depresión de los años treinta.

La decisión de Lamont se vio favorecida por el recorte de un cuarto de punto habido en España, pues la peseta goza de un vigor que tiene contra las cuerdas a la libra, la más fuerte y la más débil, respectivamente, de la divisas plenamente integradas en Sistema Monetario Europeo. Otro factor técnico que apoya la decisión gubernamental es la caída del dinero en circulación, mientras que el político lo es la caída de la inflación. El índice de los precios al consumo, el más alto de las economías importantes de la comunidad, está ya en la cuesta abajo y el Ejecutivo siempre ha dicho que los tipos de interés bajarán cuando lo permita la inflación.

El medio punto de rebaja fue bien recibido por los parlamentarios conservadores y calificado de paso en la buena dirección por los empresarios. Pero la patronal, y en especial el pequeño empresario, necesitan y piden nuevos recortes para capear un temporal económico que hoy se espera ofrezca un nuevo incremento en el número de parados. La oposición política habló de pánico gubernamental y de que la medida era demasiado poco y llegaba demasiado tarde.

Alan Walters, uno de los signatarios de la carta a The Times, cree que el recorte es insuficiente y que los tipos de interés deberían bajar hasta el 11 %12% para evitar daños irreparables a la economía. Walters también estima que la devaluación de la libra sería una medida pertinente en las presentes circunstancias, criterio no compartido en la City, donde se acusa de tremendismo al ex asesor económico de Thatcher.

Las building societies, especializadas en el crédito hipotecario, dicen necesitar al menos un punto de recorte para bajar sus créditos, hipotecas que han condenado a un número récord de propietarios a perder la vivienda por impago.

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