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El Ejercito de Yugoslavia exige el desarme de Croacia

Belgrado El Ejército yugoslavo lanzó ayer un ultimátum a la república rebelde de Croacia para que disuelva todas sus fuerzas armadas, incluida la policía. Croacia, que lucha por la independencia, ha ignorado la orden de la Presidencia Federal del pasado 9 de enero, en la que exigía el desarme de "todos los grupos armados que no forman parte de las Fuerzas Armadas o de la policía" en 10 días. El plazo expiró el lunes.

El comunicado del ejército no especifica si se enviarán tropas a Croacia pero asegura que se tomarán las medidas necesarias para garantizar que los tribunales militares podrán procesar a los organizadores de grupos armados militares. El fin de semana pasado, la policía croata fue puesta en estado de alerta por las autoridades de la república ante el temor de una intervención militar inmediata.La orden de la Presidencia Federal no especificaba a quién se refería, pero se especulaba que estaba dirigida en contra de la Defensa Territorial (civil) en Eslovenia, cuyo mando asumió la Presidencia republicana (en lugar de la federal); a los policías especiales y a los reservistas en Croacia; a los serbios en Knin (Croacia), quienes robaron armas de las comisarías; a los albaneses en Kosovo.

Sin embargo, los serbios en Knin, a bombo y platillo, entregaron las armas; los albaneses, en Kosovo, depositaron las suyas. El ministro de Defensa de Eslovenia, Janez Jansa, declaró que la orden no les concernía, ya que en la República noroccidental yugoslava no existían grupos paramilitares, y finalmente, fundada o infundadamente, la orden se redujo a Croacia. Viendo que la devolución de las armas se efectuaba con lentitud, las Fuerzas Armadas emitieron un comunicado adicional, advirtiendo que revelarían cuántos grupos paramilitares existen y cuáles son sus planes para actos terroristas, así como la procedencia de su armamento importado de algunos países vecinos, al margen del Ministerio de Defensa.

Tanto Janez Jansa como Stipe Mesic, miembro croata de la Presidencia Federal, admitieron que hubo importación de armas, pero sin especificar el coste y la procedencia. "Croacia exigió las armas de los productores nacionales para aumentar su cuerpo policial. No las recibió ( ... ). Croacia optó por su autodefensa y se ha armado", explicó el domingo pasado Stipe Mesie. Mesic agregó que Croacia posee la policía regular, los reservistas y a los grupos de policías especiales, pero no precisó cuál ha sido el incremento espectacular del cuerpo policial armado ni cuántas armas se han distribuido entre los miembros del partido gobernante en Croacia, la Comunidad Democrática Croata (CDC).

Si bien el aumento del cuerpo policial en Croacia, legal desde el punto de vista republicano, difícilmente podría considerarse anticonstitucional, la importación de las armas, que en Yugoslavia aprueba sólo el Ministerio de Defensa, sí es un delito.

Sin embargo, las autoridades croatas y eslovenas igualan la política centralista del Ejército con la política serbia, y cualquier acción militar se califica de antemano como un golpe en contra de la soberanía de las repúblicas occidentales. Así, una vez prolongado el plazo de la entrega de armas por 48 horas y vencido éste el día 21 de este mes, toda Croacia se organizó para resistir a una posible intervención. La radio y la televisión croatas llamaban a la población a resistir y defender Croacia.

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Amenaza castrense

"No hay peligro de una intervención militar", dijo Stipe Mesic, el martes pasado, apenas vencido el plazo de la entrega de armas, pero la población no se ha calmado. Se espera que el ejército revele las operaciones secretas de los grupos paramilitares o adopte alguna otra medida, ya que no es la primera vez que los jefes militares yugoslavos amenazan con poner fin a los separatistas.

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