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La policía chilena reprime las conmemoraciones de la caída de Allende

Un total de 13 heridos, dos por disparos, y cerca de 90 detenidos fue el saldo de los incidentes entre carabineros e izquierdistas que participaban en Santiago en un acto junto a la tumba del ex presidente Salvador Allende. El Gobierno liberó a todos los detenidos y pidió a los carabineros investigar los excesos represivos de su personal, que actuó como bajo la dictadura.

Los chilenos recordaron divididos el 11 de septiembre, 17º aniversario del golpe de Estado en que el general Augusto Pinochet derrocó en 1973 el Gobierno izquieroista de Allende. Jóvenes derechistas gritaban la consigna ¡El Tata volverá!" y vitoreaban a Pinochet, el cual declaró que si las circunstancias se repitieran volvería a dar un golpe de Estado.

Disparos en el cementerio

En cambio, los izquierdistas conmemoraron la fecha con romerías a los cementerios. Junto al mausoleo de Allende, miles de personas oían discursos alusivos, en un acto autorizado por el Gobierno, cuando la policía militarizada de carabineros arrojó gases lacrimógenos y disparó balines y balas sin que hubiera provocación, según testigos.La inesperada represión provocó la fuga de la mayoría de los manifestantes por entre las sepulturas y las pedradas de réplica. En los disturbios hubo nueve policías heridos leves, dos personas heridas por bala, otra por un balín y numerosos detenidos.

Un comunicado de los carabineros justificó esta acción porque previamente se escucharon disparos. Sin embargo, frente al palacio presidencial de La Moneda también fue enérgica la represión contra un grupo de mujeres que, en otro acto de hoMenaje a los muertos durante el golpe, intentaron arrojar al aire globos negros.

El intendente de Santiago, Luis Pareto, expresó su preocupación por la acción de los carabineros, que reprimieron a unos manifestantes, pero no a lósipartidarios del anterior régimen, que estaban en actos no permitidos. La actitud policial es reveladora del ánimo en el país.

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Durante la noche del martes, grupos de manifestantes prendieron velas en las calles de algunas de las barriadas periféricas de la capital en recuerdo de las víctimas de la represión de hace 17 años. En el barrio Alto, la zona en donde vive la población con mayores ingresos en la escala social de Santiago, grupos de personas recorrieron las calles en caravanas de automóviles portando banderas chilenas y tocando las bocinas en son de recuerdo alegre del golpe de Estado.

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