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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Me aburren los ateos: siempre hablan de Dios

He tenido ocasión de leer en las columnas de su por mí tan apreciado periódico algunas crónicas del llamado congreso de filósofos jóvenes, celebrado recientemente en Oviedo, en el que se discutió apasionadamente sobre Dios, aunque no sobre su existencia, que al parecer casi nadie aceptaba. Lo primero que lamento es no haber sido invitado, que también yo tengo algo de filósofo. Primero pensé que era por eso de las canas -ya soy mayorcito-, pero por lo visto la presidenta del congreso dejó bien claro que allí "todos eran jóvenes independientemente de la edad oficial". Y además, la ponencia inaugural estuvo a cargo de un jubilado administrativo. No entiendo, pues, por qué no pude incluso yo estar presente. El tema me interesa y apasiona.Lo segundo que pensé fue aquella famosa frase de Heinrich Böll: "Me aburren los ateos, siempre hablan de Dios". ¿Cómo 500 jóvenes filósofos andan tan preocupados por un Dios que, según ellos, no existe? ¿O es que acaso, aun negándolo, lo afirman? Ya Voltaire solía decir que Ios ateos son en su mayor parte sabios desorientados" que no rechazan a Dios, sino ciertas falsas imágenes que de Él circulan por ahí. Y Zubiri afirmaba que

nuestra época, queriéndolo o sin quererlo, o hasta queriendo lo contrario", es una de las épocas que más sustancialmente lo vive. A través de cinco abultados tomos, Charles Moeller hace desfilar a los más prestigiosos literatos y filósofos contemporáneos, y en todos ellos, idénticas contradicciones: afirman a Dios cuando lo niegan. Y es que -como escribe Lewis- "nuestra idea de Dios no es una idea divina. Hay que hacerla añicos una y otra vez". Dios no es un problema filosófico. Está más allá de la razón, lo cual no equivale a decir que es irracional, antes bien suprarracional. Sea como sea, "tanto si Dios existe como si no, le echamos mucho de menos", escribía A. Burges. Y Umberto Eco, que acaba por reconocer que El péndulo de Foucault no es sino una metáfora sobre Dios, dijo en cierta ocasión: "Si Dios existiera, sería una buena noticia".- Catedrático de Dios-ateísmo en la Facultad de Teología de Valencia.

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