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Los GRAPO asesinan en Zaragoza al jefe médico que asistio a sus compañeros en huelga de hambre

Un hombre y una mujer, presuntos miembros de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), asesinaron ayer en Zaragoza a José Ramón Muñoz Fernández, jefe de medicina interna del hospital Miguel Servet, que asistió a los presos de la banda durante la huelga de hambre y que se había significado al declarar públicamente su objeción de conciencia a cumplir las órdenes del juez de no alimentar a los reclusos. Testigos presenciales identificaron a María Jesús Romero Vega como la autora material del crimen.

El otro terrorista no ha sido identificado. La policía sospecha que puede tratarse de Jordi, uno de los miembros de la banda que se sabe que forma parte del comando operativo y del que no se dispone de fotografía.El atentado se produjo, según la versión oficial, sobre las 18.30, en la consulta particular de la víctima, situada en el número 33 del paseo de la Constitución de Zaragoza. Una mujer, que dijo llamarse María Jesús, acompañada de un hombre, pidió entrar en la consulta del doctor José Ramón Muñoz Fernández, de 52 años, casado y con tres hijos.

Franqueada la entrada, los terroristas permanecieron un cuarto de hora en una sala, hasta que salió el paciente que estaba siendo atendido por el doctor. Después, sin mediar palabra, la mujer le disparó tres tiros a bocajarro que alcanzaron al médico en el cuello, cabeza y hombro. Muñoz falleció a los 10 minutos.

La única testigo fue la enfermera, que no resultó herida, pero tuvo que ser atendida de un choque nervioso en un centro hospitalario. En el lugar de los hechos se recogieron tres casquillos del calibre 9 milímetros Parabellum.

Inmediatamente después del atentado se puso en marcha un dispositivo policial, denominado operación jaula, tendente a bloquear la fuga de los terroristas, que habían huido del lugar en un coche de color rojo.

José Ramón Muñoz Fernández, natural de La Rioja aunque afincado en Zaragoza, era jefe de Medicina Interna del hospital Miguel Servet y primo hermano del ex fiscal del Estado Javier Moscoso. Atendió a los miembros de los GRAPO Olegario Sánchez Corrales y Francisco José Cela Seoane mientras estuvieron ingresados en el citado centro, en huelga de hambre durante casi 100 días. El pasado día 13 los dos terroristas fueron dados de alta a petición propia, ya que días antes se habían retirado la sonda gastronasal por la que eran alimentados, y fueron conducidos a la prisión provincial de Torrero, de Zaragoza, donde continúan ingresados.

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Objeción de conciencia

Tanto Muñoz Fernández como otro médico que atendió a los grapo solicitaron acogerse a la objeción de conciencia para no tratar a los dos terroristas al no poder atenderlos como era su deseo. Finalmente, la Audiencia Provincial de Zaragoza se pronunció a favor de que los dos huelguistas fueran alimentados a la fuerza.El asesinato de José Ramón Muñoz, prestigioso y apreciado doctor, causó honda consternación entre sus compañeros de profesión, que han convocado un paro general para el próximo día 30 y en las instituciones políticas y sociales de Aragón. Compañeros de la víctima se dieron cita en su consulta y se sucedieron las escenas de dolor. El presidente del Gobierno aragonés, Hipólito Gómez de las Roces, mostró su consternación y las Cortes Regionales condenarán públicamente el atentado en el pleno de hoy.

El ministro de Justicia, Enrique Múgica, y el de Interior, José Luis Corcuera, además de la Organización Médica Colegial, el Ministerio de Sanidad y la Asociación Pro Derechos Humanos expresaron su repulsa por el asesinato. Todos los testimonios coincidieron en el hecho de que José Ramón Muñoz trabajó en todo momento por la salud de los pacientes. Interior ha anunciado que dará protección a los médicos que traten o hayan tratado a presos de los GRAPO.

Mientras, los familiares de estos presos que llevan 118 días en huelga de hambre, abandonaron ayer el encierro voluntario que iniciaron en diciembre en el hospital de la Cruz Roja, por considerar cumplidos sus objetivos, informa Andrés Manzano. "No puedo justificar ni a unos ni a otros, pero quiero saber si el Gobierno puede justificar lo que hace con estos presos", dijo un familiar.

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