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El Gobierno proyecta regularizar el 'dinero negro' a través de la próxima reforma de la fiscalidad

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, aseguró ayer que el Gobierno considera viable aprovechar la reforma fiscal para abrir un camino "a la regularización del dinero negro obtenido de actividades legales". Solchaga, que clausurá en Lloret de Mar las XIII Jornadas Costa Brava que organiza el Círculo de Economía, descartó sin embargo una amnistía fiscal "por ser políticamente imposible". El ministro justificó la necesidad del actual rigor de la política monetaria para reducir el consumo y controlar la inflación, restó dramatismo a los elevados aumentos salariales que se están pactando y saludó el proceso de reunificación alemana, "que tiene que ir acompañado de una aceleración de la unión económica, monetaria y política".

Respondiendo a la pregunta de qué medidas está tomando el Gobierno en relación con el dinero negro, Carlos Solchaga afirmó: 'La reforma fiscal puede ser un buen camino para conseguir la regularización del dinero negro obtenido a través de actividades legales". El ministro, que descartó que por esta vía puedan legalizarse los ingresos procedentes del contrabando o el narcotráfico, rechazó en privado que la regularización pueda derivar en una amnistía fiscal: "La reforma Fiscal puede ser un marco adecuado para conseguir la afloración del dinero negro", afirmó, "pero una cosa es regularizarlo y otra, una amnistía fiscal. Esto es políticamente imposible".El ministro encajó las críticas de los empresarios catalanes sobre los escasos incentivos de la legislación española para fomentar el ahorro familiar. "La reforma fiscal debe tener en cuenta el fomento del ahorro, pero hay que ver cómo. El ahorro de las familias no va a aumentar significativamente, cualquiera que sea su tratamiento fiscal". Solchaga se mostró más proclive a "un tratamiento fiscal favorable a la recapitalización de las empresas, siempre que vaya ligado a un límite en el reparto de beneficios".

El ministro afirmó: "El sistema fiscal español ha agotado su virtualidad", y añadió que la re forma pendiente del sistema impositivo tiene uno de su pilares en la necesidad de incrementar la presión fiscal "Nuestro IVA está en la zona baja comunitaria con excepción del automóvil y otros sectores, como hidrocarburos, tabacos y alcoholes". Con respecto al automóvil, Solchaga matizó que el Gobierno seria favorable a reducir el tipo incrementado del IVA en la línea de otros paises, pero introduciendo a cambio algún tipo de tasa sobre la matriculación.

La futura reforma fiscal deberá considerar la tendencia europea a bajar la tributación de las rentas de capital. En este sentido, el ministro admitió la necesidad de suavizar el tratamiento de las plusvalías "entendidas como rentas implícitas del capital" pero en el conjunto de una reforma más global del IRPF.

Ante los empresarios, ejecutivos y profesores del Círculo de Economía, Solchaga sentó las bases de la economía española en los próximos tres años, para afrontar con garantías la integración europea: "Una política monetaria rigurosa para controlar la inflación; una política fiscal que reduzca cuanto antes el déficit público, pero no a través de monetarizarlo, sino por medio de la emisión de deuda; la creación de una cultura salarial que haga comprender a empresarios y sindicatos que salarlos nominales altos no significan mayor capacidad de compra; la eliminación de algunas rémoras estructurales, como la reforma fiscal, y un sistema de crecimiento sostenido y duradero, algo que es incompatible con crecimientos a oleadas demasiado rápidas".

El responsable de la economía española celebró el proceso de unión entre las dos Alemanias, aunque dejó claro que ello "tiene que ser acompañado de una aceleración del proceso europeo de unión económica, monetaria y, por fin, política. Para un país mediano como España es fundamental que el sistema de integración monetaria, de conformidad con el Plan Delors, se produzca cuanto antes, porque es falso que fuera del sistema monetario europeo se tenga mayor autonomía como predican los ingleses, y en cambio la unión monetaria completa permite una mayor participación".

La 'supercaixa'

En posterior conferencia de prensa, Solchaga aseguró que el Gobierno se inclina por apoyar el proyecto de fusión entre La Caixa y Caixa de Barcelona, y lo tratará fiscalmente de manera coherente, como en el caso del BBV. "Estamos a punto de concluir un informe técnico de la comisión de fusiones y creo que sería conveniente alcanzar soluciones en un breve plazo". "Nunca había tenido dudas sobre ese apoyo y sabía que la actitud del ministro era positiva", declaró a Europa Press el director general de La Caíxa, Josep Vilarasau, con evidente satisfacción.

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