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Una campaña agresiva

La concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Carmen Díaz Mares, inició el pasado mes de noviembre una campaña para atajar la mendicidad infantil: "En la calle. No le des ni una moneda. No le dejes colgado; llama: 900 / 10 03 33". Con cuatro millones de pesetas se colocaron 225 cuñas radiofónicas, 15.000 folletos, 200 anuncios en autobuses y 100 carteles en cabinas situadas estratégicamente en lugares cercanos a donde se ejerce la mendicidad, como en el barrio de Salamanca.Carmen Díaz Mares, concejala de Servicios Sociales, manifestó que la idea de que se situara en cabinas trataba de facilitar a los ciudadanos la posibilidad de ponerse en contacto telefónico con los servicios del Ayuntamiento.

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Sin embargo, sólo se recibieron 141 llamadas y la policía intervino en 76 casos de familias sospechosas. De los 16 niños recogidos, sólo tres permanecen tutelados por la Comunidad de Madrid. Un mendigo bien situado puede recoger 7.000 pesetas diarias, dice Díaz Mares, que puntualiza que no se puede detener a los adultos por mendigar "porque la Constitución les ampara, mientras no cometan delitos".

"La campaña ha sido un éxito, fundamentalmente por su efecto disuasorio", añade Díaz Marés, que responde así a las críticas de la oposición socialista, que argumenta que dado al reducido número de niños recogidos, el dinero de la campaña se. hubiera empleado mejor en otros servicios.

"Tampoco se han recogido más menores porque dimos instrucciones para que no se les persiguiera si había peligro de atropello. Los niños de los kleenex, los que piden por la calle, corren como diablillos cuando ven a la policía", dice Díaz Marés. Además tienen montados grupos de apoyo que se advierten y se escapan como si fueran trileros", finaliza la concejala del PP.

Algunos párrocos que se aferran a la idea de caridad y están habituados al uso de la limosna acogían en sus iglesias a los niños, ofreciéndoles inmunidad frente a los municipales. Díaz Marés, que acude todos los domingos a misa, considera que estas reacciones aisladas no corresponden a una buena interpretación de lo que la caridad significa ni contribuye a mejorar la situación de muchos niños que se acostumbran a conseguir el dinero al margen del estudio y del trabajo.

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