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La crisis de la OPEP se acentúa al negarse tres de los 13 países miembros a cumplir el acuerdo firmado ayer en Viena

La Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) alcanzó ayer un acuerdo sobre los límites de producción para el primer semestre de 1990. Dicho acuerdo no será respetado, sin embargo, por al menos tres de los 13 países miembros: Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait y Libia. El ministro del Petróleo de los EAU, Mana Said Al Otalba, declaró tras la firma que su país no se conformaría con la cuota asignada (1,14 millones de barriles diarios), ya que exigía al menos 1,5 millones de barriles y está produciendo actualmente dos millones de barriles. Como novedad, se fija un "precio mínimo" de 18 dólares por barril, cantidad que hasta ahora se consideraba un simple "objetivo".El acuerdo alcanzado ayer en Viena supone una repetición del que se firmó en la primavera pasada para el actual semestre: ligero aumento oficial de la producción de la OPEP (de 20,5 millones de barriles diarios a 22 millones de barriles) y establecimiento de un precio mínimo de 18 dólares por barril. Y, al igual que en la última reunión ministerial, algunos países han estampado su firma sin la menor intención de respetar el acuerdo.

La OPEP sigue, por tanto, profundamente dividida. Coexisten en la organización dos grandes bloques, a los que separan profundas diferencias. Por un lado, los grandes productores, fundamentalmente los países de la península arábiga (Arabia Saudí, Kuwait, EAU), a los que interesa especialmente elevar un poco su propia producción y ganar mercados, aun a costa de que los precios se mantengan en torno a los 17 dólares o menos, como ha sucedido durante este año. En el otro bando se alinean los países con reservas pequeñas y menor producción. Estos países exigen que los precios se mantengan al menos en 18 dólares por barril, con el fin de obtener divisas.

Pero entre los grandes productores hay también diferencias. Arabia Saudí, el país con las mayores reservas y, por tanto, con una enorme influencia en el seno de la OPEP, es muy partidario de mantener estables los precios, adecuando la oferta a la demanda. Su alta cuota de producción (5,38 millones de barriles diarios según el acuerdo firmado ayer, un 24,6% de la producción total de la OPEP) le otorga además la flexibilidad comercial que necesita para recuperar los mercados perdidos tras la crisis de 1979.

Kuwait tiene otra preocupación prioritaria: abastecer su propia red de refinerías, tanto en el interior del país como en otras zonas del mundo. Dicha red absorbe casi dos millones de barriles diarios. Sin embargo, su cuota oficial quedó fijada ayer en 1,5 millones de barriles, por lo que Kuwait seguirá produciendo muy por encima de su cuota. Su producción real media se cifra en 2,2 millones de barriles diarios.

El acuerdo de la OPEP ha suscitado escepticismo en los mercados de materias primas. En Nueva York los precios cayeron debido a "la incapacidad de la OPEP para alcanzar un acuerdo eficaz", según Elders Futures.

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