La familia desmiente que el joven muerto en Aluche atacara al policía que le mató
La madre de José Antonio Gómez de la Sagra, el joven de 17 años muerto el pasado sábado en Aluche por disparos de un policía nacional, negó ayer la versión policial, según la cual el joven, al huir, arrojó un machete a la cara del agente. La mujer afirmó que, "según varios testigos que vieron cómo sucedían los hechos, mi hijo se bajó del coche, salió huyendo y se desprendió de un machete que llevaba, tirándolo al suelo. No es cierto que se lo tirara al policía". El padre del muerto, Domingo Gómez, mantuvo ayer una entrevista con un "conocido abogado", según afirmó su esposa, para emprender las oportunas acciones judiciales. La madre de la víctima criticó ayer con dureza la "falta de consideración de las. autoridades policiales". "Nos enteramos de lo que había pasado el domingo por la mañana, al día siguiente de la muerte de nuestro hijo, y fue por una vecina, que había oído algo y que se acercó a casa para decirnos que habían matado a un chico y que fuéramos a comisaría porque pensaba que podía ser José Antonio`.
"No tienen corazón", añadió la mujer. "La comisaría está en la calle de Padre Piquer, muy cerca de nuestra casa" -la familia vive en la calle Quero-, "y no tuvieron el valor de decírnoslo. Los policías le conocían, le llamaban Rulito, por el pelo rizado. Mi hijo estuvo toda la tarde del sábado y la madrugada del domingo muerto, en el depósito, y nosotros en casa, tan tranquilos".
"Esperamos que se haga justicia con quien lo mató. Por lo menos para que no vuelva a ocurrirle a otra familia. Mi hijo podía haber hecho cosas malas, pero por lo menos él no había matado a nadie".
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid declararon ayer que no conocían la actual situación del agente autor del disparo. "Es posible que preste servicios intemos en comisaría, pero no creemos que esté patrullando por la calle". El agente, del que se desconoce su identidad, estaba muy afectado por lo sucedido, según afirmaron otros testigos, que dijeron verle caer de rodillas, sollozando, tras efectuar el disparo que mató a José Antonio Gómez.
El joven, de 17 años de edad, resultó muerto el sábado, cuando huía, junto con tres amigos, en un coche presuntamente robado en Alcorcán. Al ser alcanzados por la policía, los jóvenes huyeron a pie, y José Antonio Gómez se escondió en unos soportales. Allí fue descubierto por un policía nacional, quien le disparó un tiro a la cabeza. La versión policial señala que el agente estaba muy nervioso porque el joven, al huir, había arrojado un machete a la cara del agente.
