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Andalucía es la región de Europa con más leprosos

Andalucía es la región con mayor número de leprosos de Europa. La dolencia, asociada a núcleos rurales y a las bolsas de pobreza, afecta a 4.000 personas en esta región, según las estimaciones del presidente de la Asociación Andaluza de Dermatología, el catedrático de la facultad de Medicina de Granada Salvio Serrano Ortega. La La lepra, considerada una enfermedad bíblica y maldita, se ceba especialmente en la provincia de Jaén, seguida de Málaga, Granada y Sevilla, por este orden. Serrano denuncia que si continúa la situación actual, sin un sistema de control e investigación, "la lepra desaparecerá progresivamente de las estadísticas, pero, de hecho, seguirá existiendo, y con ella la posibilidad de que se propague aún más por la región".

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Determinados núcleos rurales jienenses -Porcuna, Lopera Villardonpardo y Beas de Segura- registran, proporcionalmente, una de las más altas tasas de prevalencia de leprosos de toda la Comunidad Europea. Según un estudio realizado sobre la enfermedad , dirigido por el doctor Salvio Serrano Ortega, España, Rumanía y Portugal son los tres únicos países de nuestro entorno en los que el índice de lepra endémica es altamente significativo.La lepra, que es producida por el bacilo de Hensen o mycobacterium leprae, es una enfermedad transmisible, debilitante y crónica que afecta especialmente a la piel y al sistema nervioso y, en una menor grado, a las vísceras.

Si en la antigüedad se caracterizaba por producir un lento proceso de mutilación que acababa en la muerte del afectado, quien era frecuentemente desterrado a lugares aislados, hoy, sin embargo, es una dolencia curable. Se requiere un estricto tratamiento que incluye la monoterapia con sulfona. Produce lesiones nodulares y sobresalientes en la piel que se caracterizan por la anestesia de las regiones tanto al calor como a los pinchazos.

Falta de tratamiento

El doctor Serrano denuncia que Andalucía carece en la actualidad de un programa completo que fomente la investigación de leprosos, su control y tratamiento. "Si seguimos sin un sistema de control e investigación, la lepra desaparecerá progresivamente de las estadísticas, pero, de hecho, seguirá existiendo y con ella la posibilidad de que se propague aún más por la región", afirma. Serrano está convencido de que "hay muchos enfermos que sufren la enfermedad y no están controlados oficialmente, con lo que existe un grave riesgo de contagio"El tratamiento clínico del paciente con la lepra es la única forma posible para evitar que éste transmita a otras personas la enfermedad, catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre las seis más infecciosas que existen actualmente en el mundo.

La imagen televisiva del leproso con trozos de carne desprendidos forma más parte de la ficción que de la realidad, No obstante, afirma el dermatólogo Serrano, "si transcurren bastantes años y el enfermo no ha sido sometido a tratamiento, la enfermedad puede originar graves consecuencias". De hecho, sobre todo en pequeños núcleos rurales apartados de la civilización, "existen casos de personas con mutilaciones apreciables de sus miembros", agrega.

Enfermos incontrolados

El tabú social que se cierne en torno a la lepra -una enfermedad ligada fundamentalmente al mundo rural y a las bolsas de pobreza- retrae a los afectados para que declaren su afección y demanden asistencia sanitaria. Esto ha impedido que exista un censo fiable sobre el número de leprosos, "de ahí la dificultad", aclara este doctor, "para saber cuántos enfermos hay exactamente".En opinión del catedrático Serrano Ortega, "la lepra continuará siendo un problema de salud en la comunidad de Andalucía, ya que sigue habiendo muchos enfermos incontrolados y, por consiguiente, persiste el riesgo de contagio".

La lepra se transmite aparentemente "por contagio familiar o íntimo prolongado y fundamentalmente de padres a hijos, aunque no es una enfermedad hereditaria". Según la Organización Mundial de la Salud, el período de afectación de la lepra, bajo tratamiento, fluctúa entre los 18 meses y los diez años, aunque lo normal es que esta enfermedad, que tiene carácter crónico, la padezca el paciente unos cuatro años.

María José Fernández, coordinadora del programa de lepra en Jaén, ha declarado que "es necesario desdramatizar y eliminar el tabú que existe en torno a esta enfermedad". En su opinión, "no es tan contagiosa como piensa la gente", y el leproso, aclara, "es una persona normal".

En España existen actualmente dos residencias sanitarias destinadas básicamente al tratamiento y rehabilitación del leproso, una situada en Guadalajara y la otra en la localidad alicantina de Fontilles.

Retirarse

Precisamente, en esta última clínica, denominada San Francisco de Borja, hay actualemnte más de una treintena de leprosos jienenses hospitalizados.El rechazo social e incluso familiar, motivado por el desconocimiento de la enfermedad, es la causa por la que algunos enfermos deciden apartarse de la sociedad e ingresar en estos hospitales.

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