España mantendrá en 1989 y 1990 las tasas más altas de la CE en paro e inflación

España dejará en 1989 y 1990 de ostentar el récord de crecimiento económico dentro de la CE, aunque mantendrá la tasa más alta de paro y un índice de inflación -6,75% este año y 6,25% el próximo- demasiado alto respecto a la media comunitaria. Este viraje comparativamente negativo de la economía española figura en el informe anual que hoy aprobará la Comisión Europea. Las previsiones para el conjunto de la CE son optimistas, con una tasa de crecimiento del 3,5% este año y del 3% en 1990, que representan una desaceleración suave dentro de la etapa de esplendor económico pronosticada ya el pasado año.

La Comunidad Europea tendrá este año un crecimiento del 3,5% del PIB, lo cual representa una leve mejora frente a las previsiones establecidas el pasado mes de junio. Esta tasa es sensiblemente inferior al 3,8% registrado el pasado año, pero la buena marcha de la economía se confirma con el pronóstico de un 3% de incremento para 1990. "La situación de la Comunidad en el momento de abordar la primera etapa de la unión económica y monetaria", dice el informe, "es muy prometedora".Y los mejores resultados continuarán siendo consecuencia de la evolución positiva del mercado del empleo. Después de un crecimiento récord en puestos de trabajo durante 1988 y 1989, "en 1990 serán 1,3 millones los empleos generados". La tasa de paro se situará "por debajo del 9%" (8,75% exactamente), a pesar de que se trata de "un nivel netamente superior al del comienzo de los años 80".

España disminuirá su tasa de desempleo del 19,6% en 1988 al 17,25% este año y al 16,30% el próximo, pero continuará manteniendo el récord de paro y un índice que duplica la media comunitaria.

Nuestro país perderá este año el liderazgo en cuanto a crecimiento de la economía, puesto que el 4,75% de aumento del producto interior bruto se verá superado por el 5% de Irlanda. En 1990, la economía experimentará un tirón del 4%, pero serán ya dos países -Irlanda y Portugal- los que superarán esa marca. Más significativo que el español, será el desacelerón de la economía británica, que pasará de un aumento del 4,2% en 1988 a sólo un 2,25% este ejercicio y a un 2% el siguiente.

La evolución de la inflación es el signo más negativo dentro de la coyuntura favorable. Las previones son que España cerrará este año con un 6,75%. de subida en el coste de vida y que en 1990 la situación no mejorará apenas, de acuerdo a la previsión del 6,25%. La diferencia de dos puntos con la inflación media de la CE es el punto débil de nuestra economía, pues a pesar de que Grecia (15%) y Portugal (11,25%) nos superen, el diferencial es mayor con respecto a países como la RFA y Francia, ambos con una tasa de inflación del 2,75% prevista para 1990.

Las preocupaciones de la Comunidad se dirigen también al saldo exterior de los países. Pues, a pesar de que la balanza por cuenta corriente comunitaria deberá permanecer en 1990 más o menos equilibrada, Ias divergencias en las posiciones exteriores de los Estados miembros deberían, no obstante, acrecentarse para alcanzar niveles inquietantes". Ese temor señala especialmente a España, donde el déficit comercial ha superado ya en lo que va de año los 2,5 billones de pesetas, cifra que desborda los ingresos por turismo y las transferencias de capital.