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CHINA HIERVE

"Que se vaya Deng Xiaoping"

Una inmensa pancarta de unos 70 metros de larga fue desplegada ayer por la tarde a un lado de las escalinatas del Gran Palacio del Pueblo. Era bastante explícita: "Pedimos la destitución inmediata de Deng Xiaoping y de Li Peng y la convocatoria urgente de la Asamblea Popular Nacional (el Parlamento chino)". En la madrugada de hoy, el gigantesco aviso había evidentemente desaparecido.Deng Xiaoping y Li Peng han sido las bestial negras del moviento prodemocracia aplastado ayer por las autoridades chinas. Tal vez de un modo exagerado, al primero se le ha achacado la responsabilidad de todos los males que padece ahora la sociedad china debido a los desajustes y errores cometidos durante el proceso de modernización. Los ataques a Li Peng son más comprensibles, a juicio de los observadores, dado que el actual primer ministro se había ganado las antipatías de los, estudiantes cuando ocupó la jefatura de la comisión de educación y no supo hacer demasiado y es, además, culpable de la fuerte crisis económica desde su puesto al frente del Gobierno.

Pero también lo ha sido el secretario general del partido, Zhao Ziyang, antecesor de Li en ese cargo, y sin embargo la gente no se ha ensañado estos días contra su persona. Ayer a Li se le tachaba en la calle de todo. "Ladrón, bandido, cobarde, tu eres culpable del caos y no los estudiantes" y algunos llegaba incluso a sentenciar que "ni siquiera tiene derecho a la ciudadanía china". En su discurso de anoche, Li Peng dejo por un instante las cuartillas para aplaudir al Ejército de Liberación Popular cuando ensalzó su comportamiento en esta crisis, como si quisiera ganarse ahora el respaldo de la milicia, apoyo del que carecía Zhao Ziyang, pese a ocupar la vicepresidencia de la comisión militar.

Varios intelectuales afiliados al partido comunista y miembros de la Academia de Ciencias firmaron un manifiesto colocado cerca del Palacio del Pueblo en el que afirman: "Sólo obedecemos a la dirección central del Partido y al Politburó y no aceptamos la dirección de nadie por encima de esos organos, ni por tanto reconocemos a Deng Xiaoping como líder del partido".

Un dazibao (cartel) firmado por Los Ciudadanos de China tenía escrito el siguiente aviso: "Se busca a Deng Xiaoping, de 85 años, natural de la provincia de Sichuan. Aficionado al bridge. Está perdido. Millones de ciudadanos y profesores de este país desean dialogar con franqueza con él".

También otra pancarta instalada no lejos del Monumento a los Héroes era suficientemente explícita respecto a la figura del número uno chino. "En la China actual no necesitamos de emperadores sabios. Un régimen autoritario es una tragedia para nosotros. Lo que hace falta es promover el desarrollo social, establecer mecanismos de justicia y permitir las libertades políticas. No queremos depender de un emperador o de un dios. Vamos a crear un nuevo mundo con nuestras propias manos. Firmado: Alumnos de la Universidad Normal de Pekín".

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