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El general Rodriguez, 'locomotora electoral' en Paraguay

El presidente provisional de Paraguay, general de división Andrés Rodríguez, cabecilla del golpe que el 2 de febrero derribó a su consuegro, el dictador Alfredo Stroessner, ha resultado ser una auténtica locomotora electoral. La elección presidencial del próximo lunes en Paraguay resultará un paseo un para Rodríguez y se calcula que, sin recurrir al fraude, conseguirá por lo menos dos tercios de los votos.

¡Que se quite el saco, que se quite el saco!", coreaban decenas de miles de gargantas, en Ciudad el Este, antes Puerto Stroessner, la segunda ciudad de Paraguay, 325 kilómetros al Este de Asunción. El candidato presidencial del Partido Colorado vacila un instante, después hace un gesto entre tímido y avergonzado, sonríe y se quita la chaqueta. En camisa, con corbata y un pañuelo colorado al cuello, Rodríguez inicia su discurso con las frases: "Señor presidente de la honorable junta de Gobierno del Partido Colorado. Correligionarios, correligionarias, conciudadanos. Bella y abnegada mujer paraguaya. Juventud luchadora del Partido Colorado".Rodríguez lee los textos de sus discursos en los mítines. Aveces el general pierde el hilo, queda un momento en silencio, hasta encontrar el pasaje, sigue y afirma: "La proclama del 2 al 3 de febrero contiene una plataforma de política nacional. En ella nos comprometimos por el respeto a los derechos humanos. En un país agropecuario entendemos que uno de los más legítimos derechos humanos es el derecho a la propiedad de la tierra. El derecho a ser propietario se hará cada día mayor y mejor realidad, si me conflan sus esperanzas y sus votos en la democrática elección del P de mayo de 1989".

El general que derribó a Stroessner se ha convertido en un fenómeno electoral en Paraguay, una puerta imbatible. Una encuesta del Centro de Estudios Democráticos, que ofrece ciertas garantías de solvencia, concede a Rodríguez un 72%. de votos el 1 de mayo; 17% aDomingo Laíno, candidato del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y sólo quedaba un 8% de indecisos a mediados de abril. El 3% restante se lo reparten los candidatos de la Democracia Cristiana y los socialdemócratas del Partido Revolucionario Febrerista (PRF).

Desde un primer momento, cuando Rodríguez anunció ' su candidatura, poco después de la caída de Stroessner, se dio por descontado que ganaría las elecciones, pero no se pensó que iba a resultar un candidato formidable, capaz de entusiasmar incluso a sus adversarios y sectores intelectuales de la sociedad paraguaya. Un profesor universitario de Derecho explicaba estos días que votará a Rodríguez para presidente y a los febreristas (PRF), el partido más a la izquierda del espectro electoral, para diputados y senadores. Dice el profesor: "Ver a Rodríguez nos emociona, te enternece, y el que diga que no le emociona es un bolas. Tiene una candidez, cuando dice las cosas, que te impacta. Intelectualmente no se puede estar con él, pero hasta ahora no hizo nada criticable, no amenazó a nadie".

Laíno, que representa la segunda fuerza política después de Rodríguez, parece haber renunciado a atacar a Rodríguez, porque no resulta rentable políticamente. Después de anunciar muchas veces que iba a levantar las ollas podridas, la campaña electoral de Laíno se ha quedado en esas meras promesas. Mientras tanto, Rodríguez aparece como un intocable, como si no tuviera pasado en los años de la dictadura de Stroessner.

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