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Igor Filin

La práctica deportiva de la paz y la 'perestroika'

Pedro Gorospe

Es un diplomático de la perestroika que a punto estuvo de cambiar su brillante futuro en el Ministerio de Exteriores soviético por un balón de fútbol. Igor Filin nació en Moscú, ciudad en la que reside desde su nombramiento, en 1986, como secretario del Comité Soviético por la Paz. La semana pasada estuvo en Vitoria para preparar la VIII Convención Europea por el Desarme Nuclear, que se celebrará en esta ciudad entre el 6 y el 9 de julio. Casado, con una hija y una nieta, viste un sobrio traje azul mientras apura un par de huevos con salchichas de Francfort y fuma un winston americano.

Igor Filin mastica reglamentariamente cada bocado de su desayuno a eso de las 10.30 horas, en un hotel de Vitoria, mientras recorre imperturbable los avatares de su currículo. Ingeniero de la construcción y graduado en comercio exterior, pasó a formar parte del equipo de asesores del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país. Se especializó en todo lo relacionado con Estados Unidos, y un día, cuando rondaba los 33, tomó un avión y cruzó el océano Pacífico. "Todo esto me permitió trabajar en la Embajada de mi país en Estados Unidos durante dos períodos entre los años 1970 y 1979".Para entonces ya había dejado atrás su pasión por el fútbol y el hockey sobre hielo, especialidades en las que estuvo a punto de "ser profesional". Sin embargo, el deporte sigue siendo una de sus grandes aficiones: "Practico de forma habitual tenis, jogging, natación y esquí de fondo". Además intenta dejar de fumar.

El caso es que en 1986 fue nombrado secretario del Comité Soviético por la Paz, cuyo presidente suele ser el segundo de a bordo del Ministerio de Asuntos Exteriores. "El comité está formado por un amplio presidium de unas 500 personas elegidas por los comités locales y regionales de todas las repúblicas de la URSS".

Igor Filin, a sus 52 años de edad, es el elegido para completar la delegación de su país que asistirá a los debates de la VIII Convención Europea por el Desarme Nuclear, que este año se celebrará en Vitoria. Delegación que tradicionalmente no da cabida a los sectores disidentes ni a aquellos grupos que no integran el comité. Sin embargo, para esta edición existe un compromiso por parte de Igor Filin en el sentido de no bloquear la salida de la URSS de aquellos portavoces de grupos disidentes, "yo prefiero llamarlos independientes", que quieran hacer valer su derecho a la libre expresión fuera de la delegación oficial.

"Vendrán si ellos lo desean", asegura Igor, "es algo que permite la perestroika al producir un relajamiento en las fronteras para la salida al exterior, aunque nosotros no vamos a interceder por ellos, pero tampoco les vamos a bloquear. Me parece una posición razonable".

Desde su punto de vista, la convención europea va a ser un gran evento porque, además de reunir a más de 1.000 personas de los cinco continentes y personalidades significadas del actual panorama político internacional, "se va a producir por primera vez un apoyo de todo el movimiento pacifista al Tercer Mundo y se van a tratar los problemas ecológicos que sufre Europea con el objetivo de darles una solución transfronteriza".

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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