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Hitier declara que Amedo le contrató en nombre del Gobierno

El subcomisario de policía José Amedo Fouce aseguraba hablar en nombre del Gobierno español y desempeñar una misión oficial cuando contrató a Christian Hitier y le ofreció trabajar para los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), según testificó ayer el propio Hitier, en el Palacio de Justicia de Bayona, ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. El magistrado español se ha trasladado a Francia, en virtud de una comisión rogatoria, para tomar declaración a varios implicados y testigos de la trama de la organización terrorista.

Christian Hitier, de 52 años, prestó declaración durante cerca de tres horas y aclaró y ratificó determinados hechos en los que están implicados el subcomisario Amedo y el inspector Michel Domínguez. En el interrogatorio estuvieron presentes, junto a Garzón, el magistrado francés Armand Ríberolles, el abogado Fernando Salas, que ejerce la acción popular en la causa seguida contra los GAL en España, y el letrado Pelayo Hornillo, del equipo defensor de Amedo y Domínguez. Ningún representante del ministerio público viajó a Bayona, lo que en palabras de Fernando Salas "es un acto de dejación incalificable".Hitier, quien está ingresado en la prisión de Tarbes por su implicación con los GAL, se negó en todo momento a hacer manifestaciones que pudieran implicarle en la causa judicial que se sigue contra él en Bayona. Eludió dar respuestas concretas sobre las actividades de los integrantes del grupo terrorista y respondió en la mayoría de las ocasiones de forma vaga.

El mercenario, sin embargo, se mostró tajante al asegurar que poco después de conocer a Amedo éste se le presentó como un representante del Gobierno español -"hablaba en nombre del Gobierno"-, por lo que dedujo que estaba desempeñando una misión oficial. Hitier aceptó colaborar con el policía español con la esperanza de arreglar sus papeles y solucionar los trámites de su nacionalización, aunque también esperaba obtener alguna compensación económica, según testificó ayer.

Al principio, continuó relatando Hitier, el subcomisario Amedo le recabó alguna información, pero después pasó a reclamarle un mayor grado de compromiso, como el reclutamiento de activistas y el desarrollo de misiones concretas. Durante estos contactos, Amedo e Hitier mantuvieron, al parecer, un cierto distanciamiento, por lo que el policía no llegó nunca a informar al mercenario de su situación personal o de sus vinculaciones con sus superiores.

Reconocimiento fotográfico

Christian Hitier se mostró también tajante al reconocer a Thomas -nombre falso utilizado por Amedo- y a Antoine -nombre falso empleado por Michel Domínguez- en un album de 33 fotos que el juez Garzón aportó a los interrogatorios. Este mismo album fue utilizado por el juez Garzón en la comisión rogatoria que efectuó la semana pasada en Lisboa.Los interrogatorios de la comisión rogatoria española prosiguieron en la tarde de ayer con la declaración de Pierre Valdés, el primer gal francés condenado en su país. Valdés fue detenido en marzo de 1984, después de atentar contra un café de Bayona en el que asesinó de un disparo a un súbdito francés e hirió gravemente a otras dos personas. Valdés fue detenido cuando intentaba huir del lugar del crimen. Según parece, Valdés fue testigo de los primeros contactos entre Amedo Hitier.

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La comisión rogatoria tiene previsto tomar declaración en las próximas horas a Odette Roussey, hermana de un supuesto militante de los GAL, a la que Amedo intentó contratar para que actuara en la organización terrorista. El hermano de Odette fue detenido en noviembre de 1985 en Marsella, acusado de diversos atentados perpetrados entre julio y septiembre de 1985 en el País Vasco francés.

Entre estas acciones se encuentra el asesinato frustrado del ciudadano francés Joseph Arraztoa, cometido el 4 de septiembre de 1985 en Saint Jean Pied du Port. Junto con Roussey fueron detenidos otros tres individuos, vecinos de Marsella, que contaban asimismo con numerosos antecedentes policiales. Tres de estos cuatro detenidos declararon en febrero de 1986, ante el juez de Bayona, "que habían sido conectados por los servicios secretos españoles" y aseguraron que uno de los intermediarios en su reclutamiento había sido el francés Georges Alphonse Mendaille, afincado desde hace diez años en la Costa Brava.

Mendaille ha sido reiteradamente reclamado por la justicia francesa, pero nunca ha podido ser localizado, a pesar de que la prensa ha denunciado en varias ocasiones su presencia en la Costa Brava. Mendaille es propietario de un bar y de un chalé en la Costa Brava y en la guía telefónica de la provincia de Gerona figura su nombre.

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