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TRAS LA HUELGA GENERAL

El fantasma de unas elecciones anticipadas

El presidente del Gobierno, Felipe González, hizo ayer esfuerzos considerables para facilitar una salida negociada al conflicto con los sindicatos, que le permita ganar tiempo para restablecer la paz social sin acudir de inmediato a las urnas. No obstante, el fantasma de las elecciones anticipadas planeó sobre el palacio de la Carrera de San Jerónimo, según reconocieron varios diputados después de la sesión dedicada a debatir las consecuencias de las movIlizaciones sindicales de la semana pasada.Todas las minorías parlamentarias y el propio presidente del Gobierno reflejaron la importancia que los sindicatos han adquirido en la vida pública, como resultado de la huelga del día 14 y de las manifestaciones siguientes. Todos los portavoces invitaron a la negociación y algunos al cambio de la política económica. Adolfo Suárez, por el contrario, situó el problema en un terreno completamente político y fue el único líder de una minoría parlamentaria que mostró el deseo de fajarse en una campana electoral inmediata.

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Felipe González hizo varias menciones a los problemas que podrían conducir a unas elecciones. La primera hace referencia a una cuestión de principio: el Gobierno no puede aceptar "condiciones previas" en una negociación con los agentes sociales, porque si lo hiciera perdería legitimidad y autoridad. "Un Gobierno puede dimitir o convocar elecciones, pero no puede admitir la pérdida de su propia legitimidad". Y expresó su esperanza de que: "Este problema no nos conduzca a un callejón sin salida", como podría ocurrir si "lo que los sindicatos consideran irrenunciable nos lleva a lo innegociable".

Una salida de la democracia

Hubo una segunda mención de González al problema electoral: si los sindicatos se negaran rotundamente a considerar a los empresarios como parte del diálogo social, o si insistieran en discutir reivindicaciones sin contar con el conjunto de la economía, "la democracia siempre tiene la salida de apelar a los ciudadanos para decidir mediante el voto. No es una salida conveniente, en este momento, porque se trata de llegar a acuerdos razonables antes de apelar a las urnas".

Para Adolfo Suárez, líder del CDS, el presidente del Gobierno tiene que cambiar seriamente su política económica, lo cual exige retirar de las Cortes el proyecto de presupuestos del Estado, "único signo creíble de que su señoría está dispuesto al verdadero giro social", afirmó Suárez, en referencia a González. "De lo contrario, la única salida", añadió Suárez, "es convocar elecciones generales inmediatas. Y digo inmediatas, no para dentro de cuatro, seis o doce meses. Hay que convocar ya elecciones, para que el pueblo español tenga al menos la oportunidad de propiciar un Gobierno distinto".

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Según Suárez, "la convocatoria de elecciones confiere al arbitraje de la ciudadanía la oportunidad de elegir un Gobierno distinto".

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