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Las Naciones Unidas redactan un manual para prevenir las grandes catástrofes

Más de un centenar de expertos de 40 países, reunidos en París, han hecho un llamamiento para la aplicación de un programa de prevención de los accidentes industriales que dañan gravemente el medio ambiente. La conferencia, celebrada esta semana, ha sido organizada por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente a raíz de las últimas catástrofes, entre las que destaca la fuga de gas de la empresa Union Carbide en Bhopal (India), donde murieron más de 2.000 personas.

Los participantes en la reunión -altos funcionarios, empresarios y miembros de asociaciones internacionales y de organizaciones no gubernamentales- han discutido el programa APELL (siglas en inglés de Manual sobre la información y la preparación a nivel local), un documento que propone 10 medidas para prevenir los accidentes industriales o para reaccionar cuando se producen.Esencialmente, APELL crea un grupo de coordinación entre las autoridades locales, los industriales y las asociaciones de defensa del medio ambiente con el objetivo de informar a la población sobre los riesgos existentes y de preparar planes de seguridad útiles en las situaciones de emergencia.

El programa ha sido elaborado por miembros de la división de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente en colaboración con expertos de la industria química europea y norteamericana y científicos de países del Tercer Mundo como India o Kuwait.

El documento APELL, que será traducido inmediatamente del inglés al francés y al castellano, centra la estrategia de prevención en la información al público y en la actuación de las autoridades más próximas al suceso, porque "los hechos recientes muestran que el impacto de un accidente depende mucho de la rapidez de reacción en el lugar y en el nivel local".

Buena voluntad

En opinión de Gérard Renon, secretario de Estado francés para la Prevención de Grandes Riesgos Tecnológicos y Naturales, la "solidaridad en las grandes tragedias, como ahora la de Armenia, es importante, pero insuficiente". "Hay que prevenir", explica, "e informar a la población, sobre todo antes del accidente, para que la gente sepa que el riesgo existe".Según Mustafá K. Tolba, director ejecutivo del Programa de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, "el público tiene derecho a la información, porque de esta manera la población se hará más consciente y colaborará mejor con las autoridades" en los programas de prevención.

En la actualidad, el programa APELL se está aplicando ya en tres supuestos en Tejas, México y en la región de Grenoble. Durante la celebración de la conferencia, Brasil anuncié su puesta en marcha en dos Estados, y harán lo mismo Egipto, Malaisia, Kuwait y China. En este último país el número de accidentes industriales ha aumentado de 2.573 en 1983 a 3.617 durante el año pasado.

Sin embargo, la aplicación de APELL, como ocurre con otras resoluciones o documentos de la ONU, depende sólo de la buena voluntad de los Gobiernos o de las industrias afectadas, ya que el programa no tiene carácter obligatorio.

Tolba lo define "como un manual de principios" que no prevé la imposición de sanciones a las empresas que lo incumplan porque éstas "exigirían un instrumento jurídico obligatorio". Tolba no es partidario de las sanciones, sino "de la colaboración de la industria en la protección del medio ambiente".

Aparte del accidente de Bhopal, el manual cita otras catástrofes, como la fuga de dioxina en Seveso en 1976, la explosión de propano en México en 1984, la contaminación de Basilea y del río Rin en 1986.

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