Javier Artiñano

Su destino podía haber sido otro, un hombre de negocios en algún país de Centroamérica, pero desde muy joven se sintió atraído por el teatro y posteriormente por el cine. Hoy, Javier Artiñano está considerado como uno de los mejores figurinistas del cine español, y su amplia trayectoria ha sido premiada con la concesión del Premio Goya al mejor vestuario original, por su labor en El bosque animado, de José Luis Cuerda. Ahora acaba de finalizar el rodaje de Esquilache, dirigida por Josefina Molina, donde ha alternado el diseño del vestuario y la dirección artística de esta película de época, que será estrenada el próximo mes de diciembre, con motivo del segundo centenario de la muerte de Carlos III.

Nació en Costa Rica hace 46 años, adonde se había trasladado su familia por razones de negocios. Sin embargo, pronto regresé a nuestro país porque sus padres querían que se educase en España. "Estudié el bachillerato en Santander y luego me trasladé a Valladolid para iniciar Arquitectura, pero no llegué a empezarla. Más tarde comencé Bellas Artes y tuve que dejarlo para trabajar con mi padre en Costa Rica y El Salvador. Como no me interesaba el negocio ni la vida que hacía allí y no quería renunciar a las ideas que bullían en mi cabeza, regresé a España y comencé a colaborar con un grupo de teatro independiente".Poco después conoció a Francisco Nieva, y éste le dijo que tenía un gran futuro como figurinista, aunque más en el cine que en el teatro, algo que después el tiempo se encargaría de confirmar. En sus casi 20 años de profesión como escenógrafo y figurinista de teatro, cine y televisión, ha participado en obras de Bertolt Brecht, Buero Vallejo, Ibsen y Calderón, y ha diseñado el vestuario de Retrato de familia, La escopeta nacional, Operación Ogro, Valentina, La conquista de Albania, Las bicicletas son para el verano, Dragón Rapide, El bosque animado y Jarrapellejos, entre otras, e incluso ha tenido tiempo para recrear algunas de las mejores series de televisión de los últimos años: Fortunata y Jacinta, Mariana Pineda y Los gozos y las sombras.

Buen conversador, Artiñano cree que la concesión del Premio Goya no supone nada nuevo en su carrera artística, "porque los directores españoles ya conocían mi trabajo", pero admite que sirvió para que algunas personas alejadas de este mundillo valoraran la importancia que tiene este aspecto en el resultado final de una película. Enamorado de su profesión, afirma no haber renunciado a su vida privada, porque no ha perseguido la fama o ser el mejor en su profesión.

En su última película, Esquilache, se sintió atraído por el siglo XVIII y la Ilustración, una época poco tratada en el cine español. Le interesan más las películas históricas que las de actualidad, ya que le permiten investigar con detalle una época, a través de grabados, cuadros y libros. "Me encuentro muy a gusto recreando el siglo XIX, pero también me apasionan la Edad Media y el Renacimiento".

Artifiano ha vestido a la mayoría de actores y actrices del cine español en su dilatada carrera, y confiesa que son más fáciles de vestir las actrices que los actores. "Las mujeres aceptan mucho mejor los sacrificios que impone la ropa de época que los hombres". Ahora está preparando los diseños para una serie de televisión, Las dos orillas, dirigida por Imanol Uribe y Ricardo Franco, que abarca casi todo el siglo XIX en Latinoamérica.