Se busca menor
La policía, incapaz de resolver la misteriosa desaparición de tres muchachos
La policía denomina a los niños que se ausentan de su hogar como "desaparecidos-fugas", ya que en la mayoría de los casos se trata de ausencias voluntarias que finalizan cuando se les acaba el dinero. Sin embargo, existen tres casos misteriosos: el del niño pintor David Guerrero Guevara, desaparecido en Málaga en abril de 1987; el del niño de Petrer (Alicante) Emilio José Montesinos, ausente desde marzo de este año, y el del pequeño Juan Pedro Martínez Gómez, desaparecido en un accidente de camión en Somosierra, al que se busca desde junio de 1986.
Las fugas se han multiplicado por siete desde 1983. En aquel año, hubo 623 denuncias por desapariciones del hogar de menores de 18 años (que representaban un 9,58% del total de desapariciones). En 1987 se comunicaron 4.817 desapariciones de menores, que constituyen un 54,25% del total de las que se produjeron el año pasado.Pero los tres misterios que preocupan a la policía siguen sin resolverse. Aunque el optimismo apunta a que puedan aclararse -al igual que la ausencia de un niño valenciano que, tras faltar de su domicilio dos años, regresó a su casa en Sueca explicando escuetamente que se había ido con un mendigo a un pueblo del norte de Italia y que se dedicó a ver la televisión-, la vertiente negra de estos sucesos apunta a que también pueden acabar como ocurrió con la desaparición del niño de Crevillente. Andrés Carrerres, de 15 años, fue hallado semienterrado en el campo, después de que sus secuestradores enviaran una carta indicando dónde estaba su cadáver.
Entre las desapariciones trágicas está la del niño de Cubelles cuya madre fue detenida como principal sospechosa después de que su bebé apareciera muerto debajo de una barca varada, y la de un niño zaragozano que apareció ahogado en una acequia.
"Todo desmantelado"
La madre del niño pintor se ha forjado tantas ilusiones desde que su hijo desapareció en abril de 1987 que ahora está "confundida". El padre de David Guerrero es más explícito: "Voy casi a diario a la comisaría; pero, sobre todo en este mes, se ve que la cosa no va para adelante, está todo como desmantelado". Sin embargo, no cree que la policía se tome menos interés que con otra familia más rica. "La policía nos explicó que no tenían más interés en Melodie [Nakachian] que en nosotros, y que era un caso totalmente distinto", pero no renuncia a mostrar su desconfianza.
Esta misma semana, un matrimonio de profesores aseguró haber visto recientemente a David Guerrero pintando en el suelo de una calle de Lisboa. La madre de David señaló ayer, en conversación telefónica, que la policía les comunicó la información, aunque sospechan que puede tratarse de "un doble", ya que en una ocasión anterior varias personas creyeron haber reconocido a su hijo en Lisboa, pero en realidad se trataba de otro muchacho con un gran parecido a David. La madre del niño pintor dijo también: "Nos cuesta trabajo creer que está pintando en las calles".
Desde la costa levantina salió esta misma semana un industrial zapatero para hablar con el ministro del Interior, José Luis Corcuera, sobre su hijo desaparecido. El ministro envió una comunicación a los jefes de la Guardia Civil y la policía de Valencia para que intensificaran la búsqueda de Emilio José Montesinos, de 15 años, ausente desde el pasado marzo. Sin embargo, este caso, el menos turbio de los tres, puede solucionarse con un regreso voluntario, según las hipótesis de la policía, que opina que puede tratarse de una simple fuga.
Hay un tercer caso que puede acabar haciendo que la policía crea en marcianos: es el del niño Juan Pedro Martínez Gómez, cuyos familiares han colocado en diversos lugares de España un cartel del muchacho vestido de primera comunión. Juan Pedro desapareció en un accidente de camión en Somosierra (Madrid) en el que fallecieron sus padres. De eso hace más de dos años, pero la familia no se resigna y continúa solicitando ayuda pública. "La Guardia Civil no hace nada por localizarle y el niño tiene que estar en alguna parte", dice su tío Juan García. No se han encontrado pruebas de que el niño falleciera en el accidente, ni rastro de él por el monte. El grupo de homicidios que expurga casos sin resolver espera que pronto se le encargue la investigación de este caso casi imposible.
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