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RELIGIÓN

Grupos cristianos malagueños califican de "escándalo" la coronación de la Virgen con oro

Francesc Valls

La coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, a la que se impondrá una corona de oro macizo, es motivo de polémica en Málaga. Movimientos apostólicos y comunidades populares lo consideran "un escándalo" sobre todo tras la encíclica papal Sollicitudo rei socialis, en la que Juan Pablo II recalca la solidaridad con los pobres. Mientras crecen las protestas, a Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza prepara la gran ceremonia del próximo 18 de junio, en la plaza de la Constitución malagueña, que presidirá el nuncio, Mario Tagliaferri.

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Una joya de valor desconocido

Las comunidades cristianas malagueñas -entre quienes figuran HOAC y JOC- han dirigido una carta al obispo de la diócesis, Ramón Buxarrais, en la que denuncian que "los actos de coronación canónica, por los gastos desmesurados que sin duda van a producirse, se convierten en un despilfarro, en un escándalo".Añade la carta que la coronación, tal como está prevista, es una ofensa a Dios en los desposeídos y un antitestimonio para los pobres de nuestra tierra, que probablemente no lleguen a comprender nunca", dice, "la corona costosa con que los cristianos católicos malagueños vamos a ensalzar a la Reina universal, mientras muchos de ellos sufren miseria".

Bendición de Suquía

Los firmantes afirman que a la Virgen "se la honrará y adornará externamente con los atributos de los poderosos de este mundo, precisamente aquellos que los mantienen [a los pobres] en la indigencia".En el texto se alude a las recomendaciones que la primera asamblea diocesana de pastoral de Málaga hace a las propias cofradías, a las que "pone en guardia contra rivalidades, fanatismo, derroches económicos y excesos festivos, tan ajenos al amor fraterno, a la mansedumbre cristiana, a la solidaridad y a la celebración festiva de la fe. Por este motivo, se espera que se expresen de forma respetuosa y, absolutamente no violenta, su inalienable objeción de conciencia ante la suntuosa ceremonia anunciada".

Recuerdan también la reciente encíclica del papa Juan Pablo II, en la que recomienda que los católicos enajenen joyas en favor de los pobres. Asimismo, también traen a colación el reciente discurso del cardenal Ángel Suquía, ante los obispos, en el que apostaba por profundizar en la doctrina social de la Iglesia y aseguraba: "Empezando por nosotros mismos, todos los católicos hemos de tomar en serio la exhortación que el Papa hace a toda la Iglesia".

El cardenal Suquía será precisamente quien bendiga el próximo día 4 de junio la basílica menor que ha construido la cofradía malagueña. Manuel Narváez, hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, manifestó ayer a este diario que "la cofradía debe respetar los donativos que se han destinado a esa corona de oro".

Agregó que algunos feligreses han aportado gramos de oro. Los cristianos aducen, sin embargo, que la corona debiera ser subastada; y el dinero, puesto al servicio de los pobres, como propuso, por ejemplo, el obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda.

El 18 de junio

Este prelado anunció el mes pasado que iba a dar permiso para que las joyas sin valor arístíco o histórico de la Virgen de Lluc, patrona de la isla, fueran sacadas a subasta para ayuar a los más desfavorecidos.La Hermandad continúa entretanto con la preparación de la coronación que se celebrará el 18 de junio en la plaza de la Constitución, acto al que asistirá el nuncio, Mario Tagliaferri.

Los movimientos que suscriben el documento manifiestan tener poca esperanza en la llamada que dirigen a sus pastores.

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