El presidente del Gobierno participará en la campaña catalana, según dirigentes del PSC
El presidente del Gobierno, Felipe González participará en el final de la campaña electoral en Cataluña, según afirmaron ayer dirigentes del PSC, si bien no está decidida aún la forma de esa visita. El propio González ha comentado en Yakarta que trataría de "hacer un hueco" para viajar a Barcelona.
La presencia de González se ha convertido en el centro de una polémica, en la que Jordi Pujol ha advertido contra la oportunidad de esa comparecencia.La participación de González está pendiente de una conversación con el candidato socialista Raimon Obiols, según las mencionadas fuentes del PSC. Un contacto con los candidatos socialistas de Cataluña, ante los medios informativos, es el modo más probable de la visita, y, aunque no se descarta su participación en el acto de cierre de campaña en Barcelona, el nombre de Felipe González no aparece en los carteles difundidos por la ciudad.
Estas noticias se han producido 24 horas después de que el líder de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, advirtiera que el presidente del Gobierno "tiene el derecho" de visitar Cataluña, pero le aconsejaba que midiese el riesgo de hacerlo en período electoral. Miquel Roca, otro destacado dirigente de CiU, ha lanzado fuertes y reiteradas críticas contra los "políticos de Madrid" que tienen a ver lo que sacan y no dejan nada aquí".
El debate sobre si González debe acudir o no a Cataluña es un símbolo del tono alcanzado por la campaña electoral. Los principales partidos que concurren a las elecciones del domingo han evitado darles un carácter de primarias respecto a los próximos comicios legislativos, acentuado por el hecho de que el probable ganador, CiU, es una fuerza de ámbito estrictamente catalán.
No perder
La coalición que dirige Pujol quiere manos libres. Él mismo ha hablado en esta campaña de "buscar un camino de entendimiento definitivo con Madrid", para lo cual ha sugerido "una seria negociación" con el Gobierno central en el otoño próximo. Pero al mismo tiempo menciona la conveniencia de encontrar una alternativa al PSOE. La ambigüedad sobre sus intenciones políticas de futuro se fundamenta en una sólida realidad: Pujol puede conseguir su tercer mandato con una mayoría muy confortable, y eso le proporciona un margen de maniobra muy amplio.Conforme avanza la campaña, otros partidos con posibilidades de obtener representación parlamentaria tienden a lanzar un mensaje de carácter más general, para no perder terreno. Un miembro del comité de campaña del PSC reconocía ayer que la principal inquietud de su partido consiste en movilizar a los trabajadores, que representan el 50% del electorado socialista y cuya tendencia actual es más bien abstencionista.
El CDS, por su parte, ha acentuado también los aspectos de política española en la recta final de la campaña. Adolfo Suárez, presidente del partido, prácticamente no habla de otra cosa, y se apoya en su propia gestión para llamar al voto a sus antiguos electores centristas, después de que los sondeos hayan puesto de relieve las dificultades del CDS para sostener su objetivo de lograr representación en el futuro Parlament. "He ganado dos elecciones a Felipe González y volveré a ganarle por tercera vez", asegura Suárez.
Una campaña sin complejos es la del secretario general del PCE, Julio Anguita. Sus intervenciones han incluido una sucesión de broncas a "la clase obrera" por no comportarse como tal. "Que no os llenen la cabeza con la palabra Cataluña: lo único importante, lo que distingue a unas y otras opciones, es sólo su política económica" dice.
