Una bomba de Terra Lliure causa por primera vez heridas graves a miembros de las fuerzas de seguridad
, Un guardia civil y un policía resultaron ayer heridos de gravedad al ser alcanzados por la metralla de un artefacto colocado por la organización terrorista catalana Terra Lliure en la calle de Sants, de Barcelona. Otras 14 personas sufrieron heridas leves. La bomba estalló a las 2.15, 11 minutos después de que otro artefacto hubiera cansado desperfectos en una sucursal del Banco Central. Dos miembros de las fuerzas de seguridad, que acudieron al lugar atraídas por la primara explosión, fueron alcanzados por el segundo artefacto. El atentado, calificado de "trampa explosiva" por la policía, es el más agresivo de cuantos ha realizado Terra Lliure, porque su objetivo era causar muertes", según fuentes policiales. Ésta es la primera vez que Terra Lliure utiliza metralla y que uno de sus atentados causa heridos graves entre las fuerzas de seguridad. Un comunicante anónimo atribuyó a Terra Lliure la autoría de la colocación de la primera bomba antes de que estallara la segunda, a la que no se refirió en ningún momento.
Los temporizadores utilizados en los dos explosivos, compuestos por azufre y cloratita, funcionaron correctamente, según los expertos, que también se muestran sorprendidos por la violencia y el método empleado por Terra Lliure en este atentado, que interpretan como "el paso definitivo de este grupo hacia la lucha armada y el ejemplo de su madurez terrorista".La explosión de las dos bombas se produjo a unos 100 metros del cuartel de la IV Zona de la Guardia Civil. La utilización de la bomba trampa viene a confirmar las sospechas policiales de que Terra Lliure planeaba atentados contra guardias civiles, policías y militares.
Esta sospecha policial se basaba en la información contenida en los documentos intervenidos en el domicilio de Marcel.lí Canet que hacen referencia a seguimientos efectuados por Terra Lliure a militares y funcionarios de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Canet está encarcelado en la prisión de Carabanchel (Madrid), acusado de pertenecer al comando Manresa, desarticulado por la Guardia Civil el pasado día 22 poco antes de que el propio Canet y otro presunto miembro de Terra Lliure Sebastià Datzira, intentaran colocar una bomba en un acuartelamiento del cuerpo en Sant Just Desvem (Barcelona).
Una cantimplora
El atentado de ayer en Barcelona, así como la colocación de un explosivo finalmente desactivado en el juzgado de Vic el pasado sábado, podría ser también la respuesta del grupo terrorista a la opinión policial de que el comando operativo más importan te de Terra Lliure, y el único con capacidad suficiente para atentar contra las fuerzas de seguridad, había sido desarticulado con la detención de Canet y Datzira.
Sin embargo, el atentado de ayer, perfectamente planificado, desmiente esta previsión de la policía. La primera bomba explotó a las 2.04 horas. Se trataba de la típica cantimplora repleta con cloratita idéntica a las que ha venido utilizado Terra Lliure en los más de 13 atentados perpetrados en Cataluña en los últimos dos meses. La explosión causó la rotura de algunos cristales de la entrada de la sucursal del Banco Central situada en el número 398 de la carretera de Sants, la arteria principal de uno de los barrios más populares de Barcelona.
La explosión de la cantimplora atrajo de forma inmediata a los bomberos y a efectivos de la policía, la Guardia Urbana, la Guardia Civil y numerosos vecinos. Mientras los artificieros buscaban los restos de la bomba para su análisis, y cuando ya se estaba especulando sobre la posible autoría de Terra Lliure, otro artefacto hizo explosión. Esta segunda bomba era de mayor potencia y estaba cargada con metralla (tornillos y clavos). El artefacto había sido ocultado en el interior de un contenedor de basuras situado junto al banco, en la calle de Torn. La explosión alcanzó a una treintena de personas, entre las que había niños del vecindario que acompañaban a sus padres. La metralla, sin embargo, sólo afectó a 16 personas, además de dañar las paredes, las ventanas y los vehículos cercanos. Según un testigo ocular, "el contenedor donde estaba la bomba se desintegró tras la explosión".
Lluvia de plomo
Diez vecinos, dos guardias urbanos, un policía uniformado y un guardia civil resultaron con lesiones leves, mientras que otros dos agentes -un policía y un capitán de la Guardia Civil- sufrieron heridas graves al recibir el impacto de una lluvia de tornillos, utilizados como metralla. Los dos heridos de gravedad son el policía uniformado Jesús Lorenzo Lucas Quijarro, de 24 años, alcanzado por la metralla en la pierna, y el guardia civil Luis Gil Burillo, que resultó afectado en la cara y en los brazos. Ambos. fueron internados en el hospital Clínico. El policía fue intervenido quirúrgicamente ayer por la tarde y evoluciona favorablemente. El guardia civil fue dado de alta, pasadas las 18 horas.
Terra Lliure reivindicó la colocación de la primera bomba al diario Avui, minutos antes de que hiciera explosión el segundo artefacto. La voz anónima que realizó la llamada no se refirió en nungún momento a la existencia de un segundo artefacto. Fuentes gubernativas explicaron ayer que "ésa es una prueba más de la intencionalidad de este atentado".
