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Unas 40.000 personas secundaron en Madrid la manifestación de la CSIF contra el terrorismo

Unas 40.000 personas, según la Policía Municipal, secundaron en la mañana de ayer en Madrid la manifestación contra el terrorismo convocada por la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), que el pasado lunes recibió en su sede un paquete bomba remitido por ETA que hirió de gravedad a dos de sus trabajadoras. En algunas dependencias ministeriales se dio permiso a los funcionarios para que terminasen su jornada a las once de la mañana, de forma que pudiesen acudir a la marcha, que se celebró bajo un lema unitario: "¿Qué habéis conseguido?".

La manifestación partió de la confluencia de las calles madrileñas de Diego de León y Serrano, a mediodía. Una pancarta con lema de la convocatoria abría la marcha. Otras pancartas que se colocaron antes del comienzo de la manifestación fueron retiradas a instancias de los miembros de la organización convocante que insistieron en que hubiese un solo lema.En primera fila se encontraban dirigentes de partidos que se habían adherido a la convocatoria. Entre ellos, figuraban el presidente nacional de Alianza Popular, Antonio Hernández Mancha; el vicepresidente del mismo partido, Alberto Ruiz Gallardón; el presidente del Partido Liberal, José Antonio Segurado; la presidenta de la Asamblea de Madrid y diputada regional del CDS, Rosa Posada; el también diputado centrista madrileño Carlos Revilla; y la diputada de Democracia Cristiana en el Congreso Pilar Salarrullana.

En lugares destacados marcharon también el secretario de acción sindical de UGT, Apolinar Rodríguez; el presidente de la Organización Médica Colegial, Ricardo Ferré; y representantes de CC OO, USO y Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, Javier Doz, Javier de Vicente y Enrique de Porres, respectivamente.

Emilio Navieso, miembro del comité organizador, lamentó las ausencias de representantes del PSOE y del PCE en la marcha, e incluso subrayó especialmente la ausencia de Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, por ser "representante de todos los madrileños". Hernández Mancha declaró a los informadores durante la marcha que que "a ETA hay que aplastarla antes de que ETA nos aplaste a nosotros".

Cuando el grueso de la manifestación llegó, organizada y en silencio, tras 45 minutos de recorrido, a los Jardines del Descubrimiento, en la plaza de Colón, una compañera de las heiridas leyó una manifiesto contra el terrorismo. En él se expresa el deseo de que éstas .sean las últimas víctimas que muestren a sus descendientes estos seguidores de la muerte", y le insta al Gobierno para que "detenga a los culpables y que sobre ellos recaiga todo el peso de la ley".

"La CSIF reivindica la libertad", añadía el texto, "que no es otra cosa que poder trabajar sin amenazas y exponer sus ideas sin temor a represalias".

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María Enriqueta Yerro Rosell, una de las dos heridas en la explosión, presenta una ligera mejoría clínica, aunque se mantiene la gravedad de su estado. El pasado jueves le fue retirado el respirador asistido a esta enferma, que sufre amputación de ambas manos y heridas en el vientre y en la cara. La otra funcionaria herida, María Teresa Monforte, secretaria de organización del CSIF, está ya fuera de peligro y se encuentra en la sala de recuperación del hospital Clínico tras haber sido intervenida en ambos ojos.

Los médicos desconocen si podrá recuperar la visión total o parcialmente. En la marcha, José Luis Alemany, presidente de la CSIF, anunció que va a proponer la apertura de una cuenta corriente para que las damnificadas tengan "una pensión digna y la mejor medicina posible".

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