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TENSA NAVIDAD

Los judíos, en estado de choque por la revuelta en Gaza y la "palestinización" de los árabes de Israel

Los judíos israelíes se hallan en estado de choque. Más que la insurrección de la población de los territorios ocupados, lo que les ha dejado estupefactos y traumatizados es la violenta reacción de los árabes israelíes durante la huelga general del lunes 21 de diciembre. Una cosa es ver en la televisión a jóvenes palestinos tirando piedras a una patrulla israelí en Gaza o en Nablus, en territorio ocupado, y otra muy difierente es contemplar cómo, por primera vez, jóvenes árabes israelíes hacen lo mismo en lugares como Nazaret, Shfaram e incluso en Yafo, barrio del sur de Tel Aviv

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Belén, año 1987

De golpe, los israelíes se dan cuenta, de que la revuelta palestina se extiende y abarca a los árabes ciudadanos de Israel, y amenaza lo que se creía firmemente adquirido: la fidelidad y la lealtad de los árabes israelíes con respecto a su patria israelí.Para mejor comprender el malestar, la emoción e incluso la ansiedad de los israelíes hay que tener en cuenta que esta lealtad de los ciudadanos árabes no había sido desmentida en los últimos 20 o 25 años. Las ciudades y pueblos árabes no reaccionaron a la guerra de junio de 1967. Se dirá que la aplastante victoria sobre los ejércitos egipcio, sirio y jordano, es decir, sobre el mundo árabe, les dejó paralizados. ¿Pero qué decir de la guerra de octubre de 1973, cuando el Tsahal (el Ejército de Israel), Moisés Dayan y otros líderes famosos fueron sorprendidos por el Egipto de Anwar Sadat y la Siria de Hafez el Asad, cuando las tropas egipcias cruzaron el canal de Suez barriendo a los israelíes y destruyendo sus bunkers?.

Se habría podido pensar que el nacionalismo árabe y antiísraelí se despertaría y se manifestaría de alguna manera; pero no pasó nada, todo se mantuvo en calma en el sector árabe. Y, más aún, ante la gran sorpresa de los medios de comunicación, numerosos árabes israelíes se presentaron en las oficinas de la Maguen David Adom (la Cruz Roja israelí) para donar sangre destinada a los soldados israelíes heridos en el frente.

Ruptura con el pasado

Incluso durante la guerra de Líbano, donde los combates se desarrollaron a menudo en los campos de refugiados palestinos, los árabes israelíes no reaccionaron ni protestaron de una manera organizada.La violencia, los choques con la policía durante la huelga general de solidaridad con los palestinos de los territorios ocupados -cuya virulencia sorprendió a sus propios organizadores, que la habían bautizado como Jornada de la Pazrefleja un cambio brutal, una ruptura con el pasado. "Ese día", escribe Hagay Esched, cercano a Simón Peres, en el periódico laborista Davar, "el sentimiento de identificación con los palestinos sentido por los árabes que viven en Israel venció a su ciudadanía israelí. Ahora sabemos que los árabes israelíes han escogido unir su destino al de sus hermanos palestinos y que prefieren el lazo palestino al lazo israeli".

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"El pueblo de Israel se ha visto sorprendido por una explosión de odio dentro de su mismo país. Todos los que tengan ojos para ver y oídos para escuchar saben ahora que no se trataba de discutir las fronteras de Israel, sino de nuestros derechos sobre este país, a nuestra existencia como nación, a nuestra presencia aquí", ha dicho Isaac Shamir. "Los ataques no estaban dirigidos contra la política israelí, sino contra el Estado de Israel", añadió.

No hay que extrañarse de que declaraciones tan graves como las del primer ministro, Isaac Shamir, con extrapola ciones tan osadas, hayan sido acogidas con aprobativos asentimientos de cabeza por un gran número de israelíes confusos, desorientados, inquietos. A esto hay que añadir el discur so del ministro de Defensa Isaac Rabin, en la Kneset (Parlamento), auténtica declaración de guerra contra los insurrecto palestinos. Una vez más, se tra ta de la subversión exterior, teledirigida por la OLP; de la necesidad de golpear duramente a los agitadores si es necesario mediante centenares de detenciones, expulsiones del país y otras medidas punitivas. Estas detenciones ya han comenzado.

Uripalóma laborista como el general retirado y ex ministro Motta Gour, que se declaró dispuesto a negociar con Arafat, ha dicho ahora: "Se trata de una lucha, de una guerra por la misma existencia de Israel. En un combate de esta naturaleza no hay lugar para medidas intermedias, para el compromiso".

Como para animar a los palestinos de Cisjordania y Gaza, otro paloma, el ministro del Interior, Haim Bar Lev, afirma: "Es necesario que lo sepan: no toleraremos la emergencia de un Estado palestino".

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