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El presidente de Cruz Roja acusa de "incompetente" al ex responsable de la institución en Madrid

Leocadio Marín, presidente de Cruz Roja, elevó ayer el tono de su defensa frente a las críticas que le formuló César Navarro tras ser destituido por aquél al frente de la institución en Madrid, una vez que Navarro ordenó la destitución de la vicepresidenta en la región, Ana Domínguez. Marín reconoció que había sugerido a Navarro, al que acusó de "incompetente", que nombrara a Ana Domínguez para el cargo, pero no por su militancia en el PSOE -dato que Marín dijo no haber indagado-, sino por su capacidad y experiencia.

La acusación de Navarro de que Domínguez y Marín se aprovechaban de Cruz Roja y del PSOE para medrar, fue considerada por el último como una forma de desviar la atención de su "propia incompetencia e incapacidad de dirigir un colectivo humano". Marín agregó que las acusaciones formuladas por subordinados de Navarro contra éste se habían revelado ciertas en la mayoría de los casos, salvo que gastó mucho en comidas.La carta que todos los directores de departamentos de Madrid, menos uno, entregaron a Marín el pasado 9 de diciembre contiene las siguientes acusaciones contra Navarro: "Contratación de un asesor de imagen. Contratando a una empresa por 600.000 pesetas, amén de las facturas presentadas; por ,el asesor de los servicios prestados durante ese periodo, sin que se haya realizado ningún trabajo de resultados públicos".

Otro crítica de la carta: "Asesor del centro de formación. Se esperaba que viniese en comisión de servicios; reiteredamente se nos decía que mientras ésta llegaba su trabajo era voluntario, pero finalmente por esa voluntariedad (muy relativa al cobrar su sueldo de donde se preteridía recibir la comisión de servicios) recibió 180.000 pesetas".

"Directora sin experiencia"

"Se ha contratado a una directora para el servicio de drogas", agrega el texto, "sin ninguna experiencia en dicho tema con un salario de 200.000 pesetas".Otra crítica formulada contra el ex presidente es que "se intentó poner a la madre del vicepresidente [Juan del Llano, ya destituido] como directora de diferentes servicios, sustituyendo a directores que venían desempeñando esa labor desde hacía tiempo". Y se acusa a este vicepresidente de haber "utilizado ambulancias del parque para servicios particulares, así como el arreglo de su coche particular en las instalaciones con material y personal del parque".

Y se critica que "se contrata un gerente con dedicación exclusiva en la Asamblea y en el Ayuntamiento de Madrid, con el mismo horario en ambos sitios".

El 11 de diciembre Marín advirtió a Navarro sobre la gravedad de la crisis en la asamblea de Madrid. "Él pidió la salida de la vicepresidenta, Ana Domínguez. Yo le propuse la salida de ambos vicepresidentes y una reunión con el equipo directivo, para recomponer la dirección y la profunda crisis en Madrid", agrega el presidente de la Cruz Roja. Según Marín, Navarro le dijo que iba a reflexionar sobre el asunto y que el lunes 14 le consultaría su resolución.

"No lo hizo y por la tarde recibí copia enviada por la doctora Domínguez de su cese". Esta fue la gota que, según Marín, desbordó su paciencia, pues Navarro le mintió en dos puntos según comprobó: "Había firmado convenios con la Administración sin haber sido supervisado por la Asamblea Suprema y el gerente tenía dedicación exclusiva en el Ayuntamiento y en Cruz Roja".

"Ante estas reiteradas faltas de lealtad para la institución y para conmigo y como había desobedecido una orden mía le destituí", agrego Marín, quien consideró algunas alusiones de Navarro como "mala baba de un señor despechado que no ha sabido aceptar su cese".

Navarro replicó anoche que todas las acusaciones eran falsas y que podía demostrarlo. "El insulto de mala baba podría devolvérselo a Marín, pero prefiero que lo hagan los lectores. Y le emplazo a mantener un debate público conmigo sobre todo esto", manifestó Navarro. Por otro lado, Jesús Galván, presidente de Cruz Roja en Majadahonda (Madrid) negó ayer ser del PSOE, en contra de lo afirmado por Navarro.

Marín reconoció ayer no obstente, que pese a todas las acusaciones, no habría destituido a Navarro de no haber hecho él otro tanto con Ana Domínguez. El presidente elogió la innovación introducida en la captación de socios. Esta labor ha sido cedida a una empresa que percibe el 30% de la cuota el primer año; 15%, el segundo y 10% el tercero y agregó que él no había intervenido en la selección de esta firma ni conocía a sus directivos.

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