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Motín de 1.500 presos cubanos en una cárcel de Atlanta

Unos 1.500 presos cubanos se amotinaron ayer y tomaron como rehenes a unos 30 funcionarios en la cárcel federal de Atlanta (Georgia, EE UU), informaron las autoridades. En el motín, que se produjo 36 horas después del que iniciaron otros presos cubanos en la prisión de Oakdale (Luisiana), hubo unos 30 heridos, en su mayoría presidiarios, según fuentes policiales. Un incendio se declaró en una de las dependencias de la cárcel de Atlanta, al parecer en el depósito de colchones. Las autoridades mantenían anoche negociaciones con los reos amotinados en dicha prisión. Las detenidos no quieren ser deportados a Cuba, país del que salieron en 1980.

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Los que no quieren volver

En Luisiana, por su parte, funcionarios del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos negociaron ayer ininterrumpidamente con los presos cubanos amotinados pero no llegaron a un acuerdo, ya que la petición unánime de todos los reos es no ser devueltos a Cuba. El domingo fueron puestos en libertad cuatro rehenes, pero continúan en poder de los presos otros 24 guardianes. Las autoridades se han comprometido a no entrar por la fuerza en la prisión siempre que no se haga daño a los rehenes."Esa gente no tiene nada que perder. No quieren volver a Cuba. No es fácil llegar a una pronta solución del conflicto", dijo ayer uno de los miembros de las patrullas fronterizas desplazados al centro penitenciario. Más de 600 policías y guardas fronterizos fuertemente armados rodean la cárcel.

Los disturbios comenzaron el sábado, cuando unos 150 presos prendieron fuego al edificio administrativo de la prisión. Posteriormente fueron incendiados parcialmente los 14 edificios del complejo penitenciario de 19

hectáreas en el que se encuentran recluidos 950 cubanos. El motín se produjo apenas 24 horas después de que volviera a ponerse en vigor el Acuerdo de Migración de 1984 entre EE UU y Cuba que prevé la devolución a la isla de unos 2.700 delincuentes y enfermos mentales llegados a las costas de Florida junto otros 120.000 cubanos conocidos como los marielitos.Las autoridades de Luisiana están enviando comida a los amotinados y aseguran que no existe violencia dentro de la prisión, aunque 30 personas resultaron heridas en un principio, la mayoría a causa del fuego. Un periodista local al que se permitió entrar en la cárcel declaró que los amotinados están cansados y no se ponen de acuerdo para elegir a uno que les represente.

"Mi padre me dijo una vez que si le deportaban a Cuba no tenía que preocuparme porque él volvería de una manera u otra, aunque fuera en un bote", explica Michael Cordero, de ocho años, hijo de uno de los amotinados.

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Grupos de exilados cubanos en EE UU y de derechos humanos se oponen a que se devuelvan a la isla comunista los presos cubanos, algunos de los cuales no vieron jamás la libertad desde que llegaron a ese país.

Al parecer, el secretario de Justicia, Edween Meese, envió una carta a los amotinados, pero el contenido no ha sido revelado.

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