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Socialistas y PNV abortan la investigación parlamentaria sobre selección de 'ertzainas'

El Parlamento vasco rechazó ayer, por 34 votos frente a 27, la formación de una comisión investigadora sobre las anomalías y la posible manipulación de las pruebas de acceso a la Ertzaintza (policía autonómica) y los ascensos en este cuerpo. Al término de la sesión más polémica de la Cámara, con cruce de acusaciones y algún improperio, se pronunciaron a favor todos los partidos de la oposición, y en contra, socialistas y peneuvistas, que comparten el Gobierno de la comunidad autónoma. Las discrepancias en el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) quedaron de manifiesto al votar con la oposición dos diputados de este grupo.

El portavoz socialista, Juan Manuel Eguiagaray, fue quien más tuvo que trabajar para intentar hacer comprender la actitud de su grupo, aunque ni siquiera logró evitar que dos compañeros de partido, probablemente vinculados a la corriente crítica que dirige Ricardo García Damborenea, aprovecharan la votación secreta para apoyar la propuesta de la oposición.Eguiagaray rechazó que los socialistas puedan ser considerados responsables de lo que haya ocurrido en el Gobierno vasco hasta la firma del acuerdo de coalición, hace nueve meses, y se mostró dispuesto a aclarar el pasado, pero "el pasado está sentenciado", dijo, "porque la opinión pública no tiene una buena impresión". A continuación pidió a la Cámara "una actitud que conduzca a clarificar el futuro".

La alusión del portavoz socialista por cuatro veces a Carlos Garaikoetxea, que no está presente en el Parlamento de Vitoria, provocó una réplica airada del portavoz de Eusko Alkartasuna (EA), Juan Porres. Garaikoetxea presidía el Gobierno vasco en 1984, cuando se produjeron las pruebas de acceso a la Ertzaintza sobre las que existen más sospechas.

Porres dijo que la de Eguiagaray es la intervención más desdichada desde que abrió sus puertas el Parlamento de Vitoria, hace siete años, y calificó de desvergüenza la táctica de arrojar sospechas sobre otros. El portavoz de EA, que dirigía la academia de la policía vasca en 1984, aseguró que su grupo no tiene nada que ocultar, y por eso reclama la investigación del Parlamento no sólo sobre el pasado, sino también sobre el presente, porque el actual consejero de Interior, Luis María Retolaza, es el mismo de entonces. "Depurar responsabilidades", señaló, "es la mejor forma de asegurar y limpiar el futuro". Porres y Eguiagaray terminaron cruzándose acusaciones de hipocresía.

Críticas de la oposición

La intervención del portavoz socialista concitó la crítica de todos los grupos restantes, a excepción del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Julen Guimón, de Coalición Popular, provocó la hilaridad de la Cámara al explicar a Eguiagaray que todavía no se ha innovado hasta el punto de poder crear comisiones parlamentarias que no investiguen el pasado, sino el futuro. Alfredo Marco Tabar, del Centro Democrático y Social (CDS), pidió a peneuvistas y socialistas, si no un acto de contrición perfecta, un acto de atrición y de reconocimiento de lo evidente.Xabier Garmendia, de Euskadiko Ezkerra (EE), predijo que la Ertzaintza se convertirá en el pimpampum de la política vasca a cambio de "hurtar la responsabilidad de los verdaderos culpables", que no son los agentes de la policía autonómica, dijo, sino los gestores del departamento de Interior. Para Garmendia, el partido socialista es corresponsable desde el momento en que con su voto cierra la posibilidad de que el Parlamento investigue lo sucedido.

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La tormenta parlamentaria fue de tales proporciones que obligó a ocupar la tribuna al presidente del Ejecutivo, José Antonio Ardanza, del PNV. El lehendakari, en una intervención de tono conciliador que no bastó para satisfacer a la oposición, abundó en alguno de los argumentos de Eguiagaray.

Ardanza recordó que la formación de la comisión fue solicitada porque la oposición consideraba insuficientes las explicaciones del consejero Retolaza en su comparecencia ante la Cámara del pasado 5 de noviembre. "El Gobierno es el primer interesado en que las cosas se aclaren y quiere ampliar la información, que ha parecido insuficiente", señaló.

El lehendakari pidió un plazo de tres meses, al término de los cuales se podría replantear la conveniencia de la comisión.

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