El IRA se responsabiliza del atentado que costó la vida a 11 personas en el Ulster
El Ejército Republicano Irlandés (IRA) se responsabilizó ayer del atentado con bomba perpetrado el pasado domingo en Enniskillen, en la provincia británica de Irlanda del Norte, en el que perdieron la vida 11 personas. El Gobierno británico trataba ayer de aplacar los ánimos de quienes reclaman venganza por la acción terrorista. El reverendo Ian Paisley pidió a quienes se oponen al IRA que se "tomen la justicia por su mano", mientras Gerry Adams, presidente del Sinn Fein -brazo político del IRA-, dijo lamentar lo ocurrido.
El IRA entregó ayer un comunicado en el que admitía la "responsabilidad por la colocación de la bomba en Enniskillen que estalló con tan catastróficas consecuencias", pero negaba que la carga explosiva hubiese sido "activada por nuestra señal de radio". En el comunicado se insinuaba que el Ejército hizo estallar el artefacto, que, según el IRA, estaba dirigido contra fuerzas militares y policiales.La notificación no se hizo pública, como en anteriores ocasiones, a través del Sinn Fein, sino que se hizo llegar a un periodista, lo que evidencia la necesidad del Sinn Fein por desmarcarse de la matanza. Los expertos en el IRA estiman que en el seno del grupo terrorista se están ahora depurando responsabilidades por la matanza, que supone un fuerte golpe para el apoyo político con que cuenta en algunos sectores.
En un comunicado de Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, previo a la declaración oficial del grupo militar, se expresa la "condolencia" a las "familias y amigos de los muertos y heridos". "No trato de justificar el atentado de ayer", proseguía. "Lamento mucho que ocurriera".
Londres teme que esta matanza, que no es la mayor producida en el Ulster desde que comenzó la violencia sectaria hace dos décadas, provoque una reacción en cadena.
Tom King, ministro para Irlanda del Norte, pidió ayer calma a la población desde la Cámara de los Comunes, "pues otros actos de violencia jugarían a favor de los terroristas". Como muestra de lo tenso de los ánimos, valga la respuesta que la recomendación de King recibió por parte de Ken Maginnis, parlamentario del condado donde se produjo el atentado: "Es un insulto a la Cámara". Paisley, líder extremista protestante, rechaza la propuesta del Gobierno: "Lo que digo es que ha llegado la hora de considerar el tomarse la justicia por la mano y hacer frente a los terroristas, porque si no lo hacemos todos seremos hombres muertos".
Cinco jóvenes católicos fueron tiroteados en Belfast pocas horas después del atentado, y ayer un albañil que trabajaba en un barrio protestante fue asesinado a tiros. Ambos incidentes elevan a 88 el número de personas muertas en el Ulster por actos terroristas en lo que va de año.
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