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Un problema mundial

Francesc Alexandrí se convirtió durante 1986 en el primer preso de conciencia adoptado por Amnistía Internacional (AI) en España tras varios años. La negación al derecho de objeción de conciencia, la imposibilidad de hacerlo dentro del servicio militar, el no poder alegar motivos políticos o una excesiva duración del servicio sustitutorio son las preocupaciones más frecuentes de Al en todo el mundo. Amnistía considera que una duración del servicio civil superior al doble de la duración del militar es una penalización, aunque su próximo Consejo Internacional estudiará si se debe igualar el tiempo de cumplimiento de los dos servicios. Así lo estipula una resolución del Parlamento Europeo de 1983.La objeción de conciencia tiene en principio un origen religioso. La Biblia presenta varios antecedentes de mártires cristianos opuestos al servicio a las armas. Pero es tras las dos guerras mundiales cuando se empieza a reconocer el derecho natural a la objeción. Más de 24 países tienen un estatuto para el objetor de conciencia, 13 de ellos en Europa. Sólo Holanda y Alemania Occidental reconocen la objeción sobrevenida.

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