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Entrevista:

González Laxe: "Confío en no adelantar las elecciones"

El nuevo presidente gallego considera legítimo cambiar de partido cuando no se está bien en el propio

El socialista Fernando González Laxe, de 35 años, tomará la próxima semana posesión de la presidencia de una Xunta a la que no habría accedido, muy probablemente, a través de unas elecciones de haberse celebrado actualmente. No obstante, su acceso al poder ha sido recibido sin hostilidad tras un dilatado deterioro del Gobierno conservador de Gerardo Fernández Albor. González Laxe, según sus primeras declaraciones tras el triunfo de la moción de censura socialista, espera mantenerse en el Gobierno los dos próximos años sin tener que adelantar las elecciones. Justifica al que será su vicepresidente, José Luis Barreiro, de Coalición Galega, que abandonó las filas aliancistas, con la defensa de la legitimidad de cambiar de partido cuando no se está bien en el propio o por una evolución.

Pregunta. ¿Por qué promovió usted una moción de censura contra Gerardo Fernández Albor en vez de pactar una anticipación de las elecciones autonómicas?Respuesta. Dada la situación de deterioro político en Galicia, y en particular la marcada ineficiencia del Gobierno, veíamos posible una salida positiva y constructiva dentro del Parlamento. Nunca descartamos la posibilidad de unas elecciones anticipadas, pero antes había que agotar todas las demás posibilidades. La moción de censura era un deber y una responsabilidad política del Grupo Socialista, que no fue negociada.

P. Dado que ese deterioro se había producido en parte por un cambio de actitud de los elegidos en las listas de Alianza Popular, ¿no era más lógico que fueran los electores quienes ratificaran la nueva composición del Parlamento gallego?

R. No queríamos ser cómplices del deterioro del Ejecutivo gallego. Queríamos demostrar la ineficacia, la falta de un verdadero Gobierno. El Parlamento no había adoptado todavía la posibilidad de convocar elecciones anticipadas. Por otra parte, los votos de Coalición Galega en las últimas elecciones y los del PSOE superan a los de AP. Por tanto, la voluntad popular queda refrendada en este Gobierno de coalición, que tiene más apoyo popular que el de Alianza Popular.

Proyecto "oportunista"

P. Alianza Popular presentó antes de las vacaciones un proyecto de ley para facultar al presidente de la Xunta a disolver el Parlamento y anticipar las elecciones. ¿Está usted de acuerdo en que se apruebe ahora esta ley? ¿Quiere usted tener la posibilidad de convocar elecciones anticipadas?

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R. La presentación del proyecto de ley por la anterior Xunta fue oportunista y su único objetivo era cubrir el flanco de los abandonos progresivos por parte de militantes y diputados.

No descarto la posibilidad y necesidad de tener esa capacidad de disolver el Parlamento, que sólo debe ser utilizada si no es posible resolver en el Parlamento una crisis política.

P. ¿Cree usted que debe agotar su mandato de dos años en la medida en que se lo permitan las circunstancias?

R. Los mandatos deben agotarse siempre y cuando se mantenga la tranquilidad y el clima social para la gestión. Como estos dos años estarán dedicados a una labor principalmente de gestión, tengo confianza en no tener que adelantar las elecciones. Si por un casual la situación se deteriora, la siguiente solución, si no hubiese una salida en el Parlamento, sería la disolución de la Cámara.

P. ¿No cree que mina la credibilidad de las instituciones el que quien, como José Luis Barreiro, ha sido vicepresidente de la Xunta con la derecha sea vicepresidente también con un Gobierno presidido por el partido socialista?

R. En primer lugar, el pacto de gobierno con Coalición Galega y el Partido Nacionalista Galego está hecho con grupos políticos legitimados en unas elecciones. Quien propone el candidato a la vicepresidencia de la Xunta es Coalición Galega. Por otra parte, es normal que las personas puedan cambiar de partido cuando uno no se encuentra a gusto en el suyo o evolucionan sus propias ideas.

P. ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión sobre el hombre fuerte del Gobierno de Fernández Albor, al que los socialistas han acusado reiteradamente de falta de moralidad política?

R. Quien es el responsable de la gestión de un Gobierno es su presidente, y, por tanto, en este caso la máxima responsabilidad recae sobre Fernández Albor, que ha permitido que hubiera determinadas actuaciones en años anteriores. Hasta ahora los cargos designados por el presidente de la Xunta no mantenían una coordinación con una política general del Ejecutivo. Lo que haré es que la labor sea coordinada y no haya ningún tipo de decisión unilateral que ponga en peligro la acción de gobierno.

Primeras medidas

P. ¿Sabe usted ya cuáles serán las primeras medidas que adopte su Gobierno cuando tome posesión usted y los demás consejeros la semana próxima?

R. Sí. Nuestras primeras medidas serán acelerar la aprobación de la ley de la Función Pública, con la introducción de numerosas modificaciones en el proyecto que se encuentra en estos momentos a debate en el Parlamento gallego. Asimismo, elaboraremos una ley de coordinación de las diputaciones provinciales, un plan de acción de zonas integrales, para afrontar los problemas de sectores y comarcas en crisis. También presentaremos una ley de corrección de los desequilibrios territoriales, crearemos un patronato para las relaciones de Galicia con la Comunidad Europea y prepararemos un congreso mundial gallego.

P. ¿Cuáles serán en los presupuestos de Galicia para 1988 las áreas donde mayores inversiones realicen?

R. Habrá un aumento sustancial de los presupuestos de la Comunidad, aunque sabemos que el año próximo habrá que empezar a pagar la deuda pública emitida por la Xunta en los dos últimos años, que apenas ha sido utilizada por el Gobierno autonómico. Las inversiones van a ser tales que podremos poner en la frontera de la Comunidad un cartel que diga "Galicia, en obras".

P. ¿Teme usted que algunos sectores sociales o económicos adopten una actitud de hostilidad o bloqueo a la política de la Xunta presidida por usted, o sus proyectos políticos no deben hacer temer nada a nadie?

R. Soy partidario de la concertación económica y social que permita un clima apropiado para el desarrollo de la economía. Ya he tenido conversaciones con dirigentes económicos y sociales, y de ellos espero la mayor colaboración, porque la tarea que hay que realizar es de todos. Yo soy un hombre del que todos los sectores económicos conocen el talante y la profesionalidad.

P. ¿Le seduce la perspectiva de poder levantar la alfombra en un palacio presidencial ocupado durante seis años por Alianza Popular.

R. Nunca he sido rencoroso, y tampoco vengativo. Siempre he mantenido la cortesía y un talante de diálogo. Si lo de levantar la alfombra no lo he hecho ni en una corporación municipal ni en una dirección general de un Ministerio, tampoco lo voy a hacer ahora.

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