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Yamena, entre París y Washington

Las campañas de reconquista del norte a comienzos de año habían permitido a Habré sorprender agradablemente a sus colegas y sembrar la duda en sus adversarios. De enero a julio de 1987, sus fulgurantes victorias le han dado una autoridad tal que la casi totalidad de sus interlocutores, aliados o no, han estado obligados a reconocer que su decisión de avanzar era, desde el punto de vista de los intereses de Chad, perfectamente justificada. Cuando Habré decidió, a comienzos de agosto, tomar la ciudad de Auzu, corrió el riesgo de poner en duda ese estado de gracia. Y la victoria militar que ha obtenido no ha tenido el mismo eco que sus éxitos precedentes. Moscú ha hecho saber claramente que su principal preocupación era evitar operaciones destinadas a desestabilizar al régimen libio y eliminar al coronel Gaddafi. En París se ha tomado buena nota de¡ mensaje transmitido por Trípoli el 29 de agosto a la embajada de Francia en Libia: Auzu ha sido reconquistado, Libia se reserva el derecho de llevar a cabo cualquier operación militar tendente a impedir a Habré que ataque de nuevo. Habré sabe que puede contar con un apoyo real, aunque lejano, de Estados Unidos. De hecho todo depende ahora de lo que se decida en París. En primer lugar, cómo serán llevadas a cabo las decisiones que garanticen la seguridad del Chad, en particular al norte del paralelo 16.

12 de septiembre

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