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COPA DE EUROPA DE ATLETISMO

España, con posibilidades de quedar entre los mejores

España es sexta en la Copa de Europa, categoría A, que se celebra en Praga entre las ocho mejores selecciones del continente. La buena actuación de los atletas españoles en la primera jornada de ayer les permite afrontar la de hoy con grandes posibilidades de evitar el descenso de categoría, que se reserva al último clasificado. En esta primera competición de España frente a las potencias europeas, José Luis González ganó los 1.500 metros, y Abel Antón, los 10.000. A cambio, sólo obtuvo un último puesto, en jabalina. La descalificación del relevo 4X100 impidió que España inicie hoy la última. jornada desde el quinto puesto.

El equipo masculino español logró tan inesperada actuación ayer que Carlos Gil, el director técnico de la selección, ya tiene que plantearse la prima que dará a sus atletas si mejoran esa sexta plaza, lo que estaba fuera de todos los cálculos. "Chicos, me da vergüenza decíroslo, pero sólo tenemos 100.000 pesetas de prima si quedáis séptimos y 150.000 si sois sextos. Si descendeis, por supuesto, no habrá nada" fueron las últimas palabras del seleccionador dirigidas a los atletas en vísperas de la competición. Nadie preguntó qué cantidad habría si quedaban entre los cinco primeros. Era un sueño impensable que ahora se acaricia porque Italia está a cinco puntos y Checoslovaquia a ninguno, pese a que en la prueba de relevos no se sumó ningún punto. El descenso parece quedar fuera de posibilidad porque Polonia está a 5,5 puntos de España.

Dos grandes victorias

La jornada empezó bien para España porque en carreras se situó al nivel de los grandes. Coincidió la victoria de González, una de las más importantes de su vida, con los inesperados puestos en peso, altura y longitud, cuando se contaba con un solo punto en cada prueba y los tres previstos se transformaron en siete. La puntuación del equipo se elevó de tal manera que, a excepción de la República Democrática Alemana y la Unión Soviética, cualquier selección estaba ya al alcance de la española.Todos los integrantes del equipo español actuaron, como mínimo, al nivel que se esperaba de ellos. Pero ni en los cálculos más optimistas se esperaba cerrar la primera jornada con dos victorias y un único último puesto, al margen de esa inoportuna descalificación. Ni la presencia de González garantizaba una victoria porque la Copa de Europa, en su máxima categoría, presenta en todas las pruebas rivales de la más alta calidad. González tenía, por ejemplo, al británico Steve Cramm. Ya en una ocasión, en la milla de Oslo en 1981, le había ganado, pero por aquel entonces Cramm era un niño. Ahora se trata de una figura consolidada y aunque ha pasado un invierno de lesiones, su titularidad en Praga confirmaba su recuperación porque lo que le sobran al Reino Unido son mediofondistas.

González afrontó la carrera sabiendo que tenía la posibilidad de ganar si la prueba se corría a un ritmo de menos de 3.40 minutos porque siendo rápida, Cramm tendría que acusar la inactividad. De lo contrario, no disponía de garantías. Le sucedió lo peor, que la carrera empezó a uno de los ritmos más lentos que jamás haya vivido. González tuvo paciencia y después tenacidad. Supo esperar a que la última vuelta fuera la que decidiera y luego tuvo fe en sus fuerzas para no ceder cuando Cramm atacó.

"Quedé desarbolado", explicó González, "en el ataque de Cramm porque faltaban 200 metros y mis piernas no daban más de sí. Gracias a que confié en mí, no me sacó más metros de diferencia en la curva y pude entrar en la recta viendo la victoria porque sé que mi sprint actual es muy difícil de responder". Efectivamente, Cramm quedó empequeñecido en la recta. Su zancada era más amplia, pero menos rápida que la de González. El británico iba ya a piñón fijo y el español aún guardaba revoluciones en sus piernas.

Parecido desarrollo tuvo la carrera de 10.000 metros en la que Antón, con los ocho puntos de su triunfo, hizo asomar al equipo español hasta el cuarto puesto de la competición. Anton, que había sufrido un viaje de 32 horas para llegar a Praga, corrió al estilo del italiano Cova, una de las estrellas de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84, chupando la sangre a los que iban por delante. En una carrera táctica hizo lo que mejor podía, exprimir sus posibilidades de buen sprinter y ganar al estilo de González. España estaba. embalada y sólo la descalificación del equipo de relevos 4X100 impidió que la primera jornada acabara en apoteosis, porque sumó cero puntos cuando Talavera y Prado fallaren en la entrega del testigo en el momento que Polonia ya no era. rival en la clasificación general, Italia y Checoslovaquia quedaban también atrás en la puntuación y a la vista estaban ya el Reino Unido y la RFA para luchar por el cuarto puesto.

Clasificaciones: General: RDA 61,5 puntos; URSS, 60; Reino Unido e Italia, 42; RFA, 39; España y Checoslovaquia, 37 y Polonia 31,5. 100 metros: 1º Christie (RU), 10.23 segundos; Arques, 10.42. 400: 111 Schoenlebe (RDA), 44.96; 6-9 Sánchez, 46.01. 400 vallas: 1º Schmid (RFA) 48.67 segundos; 3º Alonso 50.15. 1.500. 1º González, 3.45.49 minutos. 10.000:1º Anton, 28.46.65. Altura: 1º Paklin (URSS), 2,32; 6º Ortiz, 2,20. Longitud: 1º Emmian (URSS), 8,38; 7º Hernández, 7,59. Peso: 1º Timmermann (RDA), 22,01; 7º Vara, 17,67. Jabalina: 1º Jevsjulov (URSS), 84,86; 8º Sotelo, 64,62. 4 x 100. 1º URSS, 36,42 segundos; España, Checoslovaquia, RFA y Reino Unido descalificados.

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