Muere el presidente de la ONCE, dos días después de caer por el hueco del ascensor
El presidente de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), Antonio Vicente Mosquete, de 35 años de edad, falleció ayer a consecuencia de las lesiones que se produjo al caerse el lunes por el hueco del ascensor de su casa. Desde 1982, Vicente Mosquete transformó una organización de caridad en una de las primeras empresas del país.
El estado de Antonio Vicente Mosquete había empeorado a mediodía de ayer, dos días después del accidente en su casa madrileña de la calle del Castillo.A primeras horas de la tarde la situación era de encefalograma plano y su estado irreversible; pocas horas después fallecía en el hospital universitario de San Carlos, donde se hallaba internado.
Anoche se iba a proceder a la extracción de órganos al fallecido, según sus deseos. Esta mañana se realizará la autopsia del cadáver y a mediodía se instalará la capilla ardiente en el Consejo General de la Once, en la calle Ortega y Gasset, 18, que permanecerá abierta hasta el viernes. Los restos mortales de Antonio Vicente serán incinerados.
El accidente se produjo a las tres de la tarde del lunes. El presidente de la ONCE llegó a su portal y llamó al ascensor para subir hasta la cuarta planta, en donde reside con su esposa -también invidente- y sus dos hijos.
Antonio Vicente abrió la puerta del ascensor y la caja no estaba allí, por lo que se cayó al fondo del hueco de la instalación, desde unos cinco metros de altura, produciéndose un grave traumatismo craneoencefálico. Cuando fue auxiliado ya se encontraba inconsciente.
El ascensor fue instalado hace 19 años por la empresa Talleres Mecánicos Gamur, pero no se encargaba de su mantenimiento, ya que la comunidad prescindió de sus servicios.
La policía de la comisaría de Chamberí, que instruye diligencias ha puesto las declaraciones de los testigos a disposición del juez, quien debe determinar si son necesarios los informes periciales y si la empresa de mantenimiento de los ascensores tiene alguna responsabilidad. Por el momento, la policía no ha apreciado indicios de que el accidente hubiera sido provocado.
Una máquina de dinero
El presidente Antonio Vicente Mosquete, junto con su director general Miguel Durán, revolucionaron la ONCE desde las primeras elecciones de este organismo, en 1982.Desde que en 1984 comenzó el sorteo nacional la venta de cupones aumentó un 300%. El crecimiento es tan importante que la Administración puso freno a su presupuesto. La ONCE no puede mover más de 158.000 millones de pesetas (50% para premios y 34% para sueldos e impuestos).
La organización tiene 19.000 empleados, de los que 15.500 son vendedores y el resto se dedica a trabajos de la organización. Desde 1984 ha creado 5.000 empleos y ha abierto la institución a miles de minusválidos.
Desde el espectacular aumento del sorteo de los ciegos, los vendedores de cupones descansan los fines de semana y tienen un convenio que les garantiza un sueldo mínimo de 70.000 pesetas, aunque no es extraño que ganen más de 200.000 pesetas.
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