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Japón construirá un transbordador y una plataforma espacial a mediados de 1990

Japón prepara la construcción de un transbordador espacial al estilo de los utilizados por Estados Unidos, y en preparación en la Unión Soviética, para que sea operativo a mediados de la década de los años noventa, según un proyecto del comité para el desarrollo del espacio. En la actualidad, Japón cuenta ya con una industria espacial de cohetes capaces de colocar en órbita satélites artificiales.

La carrera espacial japonesa nació en 1969, con la creación de la Nasda, la agencia espacial japonesa, habiendo desarrollado hasta la actualidad tres tipos de cohetes, el N-1, N-2 y, más recientemente, el H-1, que ha colocado en órbita un total de 15 satélites de comunicaciones y meteorología.La base utilizada para los lanzamientos, el equivalente al Cabo Cañaveral japonés, se encuentra en la localidad de Tanagashima, al sur del país, que fue donde desembarcaron por vez primera los navegantes portugueses, en 1543, introduciendo los primeros fusiles en la sociedad nipona de la época.

El actual programa del comité para el desarrollo espacial es mucho más ambicioso que el realizado hasta ahora, al introducir la idea de fabricar transbordadores espaciales y futuras plataformas espaciales.

En definitiva, Japón, la segunda potencia económica del bloque capitalista, no quiere quedar marginado de la aventura espacial con todas las implicaciones económicas y de desarrollo de alta tecnología que ello representa.

Actualmente, Japón dedica el 0,4% del producto interior bruto (PIB) al presupuesto espacial, en contraste a, 1,8% dedicado por Estados Unidos, o el 1% destinado por Francia.

Con las nuevas proyecciones de desarrollo de la industria espacial japonesa, el crecimiento supondría unos seis trillones de yenes de gasto espacial, lo que equivaldría al 1,3% del PIB japonés, en la frontera del año 2000.

Módulo japonés

Japón colabora también en el programa estadounidense-canadiense de crear una estación espacial, para 1995. La aportación japonesa supone la construcción de un jem (módulo experimental japonés), que formará parte de la estación espacial.En el estudio realizado, por el comité para el desarrollo espacial, presentado el pasado martes al Gobierno japonés, no figura el proyecto de enviar cosmonautas japoneses al espacio, al menos en su primera fase de desarrollo de una nueva generación de cohetes, los H-2, ni del transbordador o de las futuras plataformas espaciales.

Por otra parte, las principales industrias de alta tecnología japonesa han comenzado a cooperar con el proyector norteamericano del SDI (Iniciativa de Defensa Estretégica), comúnmente conocido como proyecto para una guerra de las galaxias, en el cual la tecnología japonesa puede aportar sus innovaciones en el campo de la electrónica.

En lo financiero, los expertos nipones calculan que el desarrollo de una tecnología espacial puede suponer para la economía japonesa un impacto de crecimiento similar a que esta generado actualmente por la industria de la energía nuclear.

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