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García Damborenea arremete contra los jueces en el funeral de la víctima del atentado de Portugalete

Maite Torrano, la militante socialista que falleció como consecuencia de las gravísimas quemaduras sufridas en el atentado del pasado sábado, fue enterrada ayer en Portugalete, en una ceremonia civil que congregó a millares de ciudadanos vascos. La insistencia del mensaje socialista en relacionar a Herri Batasuna (HB) con todas las acciones violentas fue la tónica que reflejaba el estado de ánimo de buena parte de los asistentes. Ricardo García Damborenea, secretario general del PSOE en Vizcaya, hizo duras críticas contra los magistrados. "Hay jueces", dijo, entre otras cosas, "que están tan preocupados por los derechos constitucionales de los terroristas que no les queda tiempo para los derechos de la mayoría".

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Los restos mortales de Maite Torrano fueron conducidos a hombros por militantes socialistas desde la Casa del Pueblo de Portugalete hasta el cementerio municipal de la villa. El cortejo fúnebre, que iba presidido por el viudo, Jesús Ramos, y la familia, estaba integrado por la esposa del presidente del Gobierno, Carmen Romero, y los ministros Manuel Chaves, Joaquín Almunia y Javier Sáenz Cosculluela. El lehendakari, José Antonio Ardanza, y el consejero de Interior, Luis María de Retolaza, desfilaban junto a los consejeros socialistas. Representantes del PSOE en Cataluña y Andalucía figuraban junto a su presidente, Ramón Rubial, y Txiki Benegas, entre otros. Dirigentes de Euskadiko Ezkerra y AP también participaron en la comitiva.Durante el trayecto, interrumpido únicamente por las ovaciones de los ciudadanos que permanecían aglomerados en las aceras y por la melodía del Requiem de Mozart, la presencia de Carmen Romero se convirtió en el centro de atención de las ciudadanas portugalujas, que al verla exclamaban: "¡Mira, ha venido la mujer de Felipe!".

Junto al cementerio, en el polígono de La Florida, la única zona de esparcimiento que tiene Portugalete, el dirigente socialista Ricardo García Damborenea, subido a un altillo especialmente preparado para la ocasión, ofreció su particular despedida a la militante con un discurso dramático, especialmente contra el silencio ciudadano ante cualquier sospecha de movimiento terrorista. "Cada vez que un socialista se calla y no denuncia contribuye a la muerte de Maite".

El dirigente socialista puso especial hincapié en criticar a los administradores de la justicia, en quienes, según sus propias palabras, parece no tener mucha confianza. "Los jueces no ayudan, no colaboran", dijo refiriéndose a la lucha antiterrorista. Aunque matizó que "no todos los jueces son así", recordó que los hay que sueltan a los terroristas y quienes .están tan preocupados por salvaguardar la democracia que no se acuerdan de los demócratas". "No quiero ataques", añadió García Damborenea, "quiero que no calléis, que denunciéis. Vamos a seguirles paso a paso. Si los jueces los sueltan, pediremos cuenta a los jueces. Y si se amparan en la ley, pediremos cuenta a esa ley que permite que los asesinos anden sueltos, que los sanguinarios hagan chacota de los pacifistas".

[Por su parte, Gabriel Urralburu, presidente del Gobierno de Navarra, afirmaba ayer en la localidad de Tafalla, a 50 kilómetros de Pamplona, ante militantes ugetistas de esta comunidad, que el PSOE "no desea la ilegalización de Herri Batasuna", y se preguntaba públicamente "si podremos aguantar mucho tiempo con un poder judicial que a veces parece atemorizado y que se resiste a aplicar la ley con toda su fuerza contra los agitadores", informa desde Pamplona Muez. El presidente de la autonomía navarra pidió a los jueces "la aplicación estricta de la ley"].

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