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La directíva del Madrid descartó instalar cámaras el año pasado para controlar a los 'ultrasur'

La junta directiva del Real Madrid desestimó el año pasado la instalación de cámaras de televisión en el estadio Santiago Bernabéu, para controlar a los ultrasur, bajo el argumento de que se trataba de los hinchas que más animaban al equipo y que el coste de la operación sería mayor que las multas que pudiera imponer la UEFA. La empresa Philips presentó un proyecto de circuito cerrado que no superaba los 10 millones de pesetas. Tras el partido con el Bayern, el Madrid ha decidido instalar ya un circuito privado de televisión. La UEFA hará oficiales hoy sus sanciones al club madridista.

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En una de las reuniones de junta del pasado año, "bastante tensa", según dirigentes madridistas, se debatió la necesidad de cercenar las actuaciones de los ultras del fondo sur antes de que fuera imposible controlarlos. Se presentó un proyecto en el que, entre otras medidas, se instalaría un circuito cerrado de televisión para identificar a los alborotadores y facilitar su detención a la policía, que costaría 10 millones de pesetas.Asimismo, se planteó, al igual que ha ocurrido en las últimas fechas, colocar redes en esa zona del campo para detener los objetos que se lanzasen, aunque esta posibilidad fue rechazada con mayor lógica porque no se podría evitar el traslado de los ultras a otra parte de las gradas.

En dicha reunión de junta hubo quienes se mostraron a favor, no muchos, de cercenar la actuación de los ultras, pero al final prosperó la tesis de que esos hinchas eran los que más animaban al equipo, y que tampoco iba a compensar los gastos del circuito cerrado de televisión en relación con las multas que pudiera imponer la UEFA. Asimismo, se pensaba que no sería muy dificil controlarlos con reconvenciones acerca del daño que podían causar al club del que son fanáticos, si sus actuaciones sobrepasaban ciertos límites, como enrollar y desenrrollar banderas o insultar a los jugadores contrarios. Pero también lanzan objetos, algo que suele ser habituales ya en gran parte de los campos españoles. Buyo, por ejemplo, ha sufrido impactos de bengalas y botes en San Sebastián y Pamplona. Ramón Mendoza se ha reunido algunas veces con representantes ultras, generalmente en vísperas de partidos de la Copa de Europa, recomendando moderación para evitar daños económicos y de imagen al club.

Esta temporada, aparte de algunas multas menores de la Federación Española de Fútbol, la UEFA ya había sancionado al Madrid con algo más de un millón de pesetas por lanzamientos de bengalas. Y ayer, su comisión de disciplina decidió las sanciones contra el club, y Juanito en particular, por los incidentes en la eliminatoria contra el Bayern Múnich. Se daba como probable la clausura del Bernabéu y una fuerte multa, aunque el Madrid no descartaba que los jugadores del Bayern Pfaff y Brehme fuesen también sancionados por sus provocaciones. Al cierre de esta edición no se conocían las sanciones de la UEFA.

Los ultrasur han dispuesto en el estadio Bernabéu de enormes banderas, la primera de las cuales, según algunos de sus miembros, fue sufragada por la comunidad autónoma madrileña. Con ocasión del partido contra el Bayern estrenaron otra, de 50 por 25 metros, gracias a las 500.000 pesetas que recaudaron por donativos "de personas de buena posición social y económica", cuya identidad no han revelado. Además, estos hinchas suelen recaudar dinero en las rifas de los balones que caen en su fondo -al 31 de marzo del presente año admitían llevar ya 12- y que, tras ser firmados por los jugadores del equipo, se sortean en papeletas de 100 pesetas o se venden en las peñas.

Varios de los ultras que viajaron a Barcelona en febrero de este año pudieron entrar al Camp Nou con entradas facilitadas, según indicaron, por varios jugadores, como Juanito, Michel y Sanchis. Los jugadores madridistas, por contra, se vieron obligados a rogar calma y el cese del lanzamiento de objetos desde el fondo sur en el partido contra el Bayern, y tras ese encuentro el presidente del club cree que se han infiltrado provocadores, que los ultras son unos "energúmenos" y que se necesita el apoyo del resto de aficionados para ayudar al control policial y de los guardias jurados contratados por el club.

Socios expulsados

Asimismo, se recuerda desde el club que dos socios expulsados por provocar incidentes durante un Madrid-Barcelona, hace un par de temporadas, exigieron su readmisión tras una sentencia judicial que les exculpaba "por falta de pruebas", tras haber sido detenidos por un guardia jurado en el fondo sur del estadio. El Madrid, finalmente, ha decidido instalar ya un circuito cerrado de televisión.

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