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Reportaje:

María Jesús Escribano

Todo 'made in Spain'

La directora del Centro de Diseño y Moda del Ministerio de Industria, María Jesús Escribano, está convencida de que no podía haber escogido un trabajo mejor. Vitalista y con gran sentido del humor, asegura que la moda es un mundo "fascinante", con personajes "soberbios" y profesionales "muy competentes". En realidad, no hace falta que lo diga, pero lo dice: "Estoy enamoradísima de todo esto". Sólo teme que no se sepa aprovechar el buen momento de la moda española y "perdamos irremediablemente el reto en un sector que mueve casi dos billones de pesetas y más de 700.000 puestos de trabajo".

Tiene 44 años, y su primer con tacto directo con el mundo de la moda no se produjo hasta su nombramiento como directora del Centro de Promoción de Moda y Diseño, en julio de 1985. Antes estudió sociología en Madrid, se casó con un un arquitecto, trabajó en su estudio como interiorista y tuvo tres hijos. Cuando se separaron, obtuvo un título de capacitación pedagógica y encontró un empleo como educadora de niños hemofílicos. A pesar de trabajar en el colegio y en el Instituto Nacional de Educación Especial, "no llegaba a fin de mes, y tenía que mantener a mis hijos". Así que un día contestó a un anuncio del periódico en el que se pedían conocimientos de diseño y energía emprendedora María Jesús Escribano creyó reunir las dos cualidades y se presentó. La empresa resultó ser Artespaña, y consiguió el puesto de gerente de una de las tiendas. "Yo había viajado mucho con mi marido viendo diseño, y en casa oía hablar continuamente de diseñadores. Por eso pude desenvolverme bien" Debió de hacerlo, porque al poco tiempo tuvo que elegir entre un alto cargo en una multinacional y un alto cargo en la Administración. Al final optó por este último, y nunca se ha arrepentido. "Al revés, estoy contentísima. Éste es un mundo fáscinante". Tan fascinante le parece, que no vive para otra cosa: "He renunciado por completo a n«ú vida personal", dice.Su energía vital, que es mucha, y su entusiasmo por el trabajo le sientan bien al reto promocional de la moda de España. Recuerda que "España está de moda" en Europa y que lo ha comprobado. "Cuando viajo al extranjero me pregunto: ¿será verdad que estamos en candelero o nos lo habremos inventado? Pero cuando ves en una pasarela de Berlín a las modelos vestidas tipo Marlene Dietrich y peineta o sombreros cordobeses y mantillas en la vanguardia de Milán o París, te entra un sentimiento de orgullo íntimo difícil de explicar, y a la vez sientes miedo: miedo de que no sepamos aprovechar el momento, de que no lleguemos a atrapar este reto".

El objetivo del centro que dirige es la promoción de la moda española en el mercado interior y en los internacionales. No se trata de vender una o 30 firmas sino un concepto global. "Una filosofía", dice, "una manera de entender la vida. España tiene algo que no tienen los otros países europeos: la calle; la explosión de vida que hay en las calles es lo que tenemos que trasmitir, traducido en moda".

Fiel a sus ideas, luce con soltura de quinceañera los modelos más actuales de la moda de España. Y no repara en gastos ni en algunos kilos traicioneros: "Huy, si yo soy el mejor ejemplo del buen momento de la moda española. Para vestirme a mí con un cierto aire hay que ser artistas de verdad, porque, vamos, con estos contornos.... Pero me encanta, y todo lo que llevo, todo, de la cabeza a los pies, incluida la ropa interior, es made in Spain.

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