El fin del 'santuario'
Francia aprobó el 8 de agosto, tras los atentados sufridos en París durante el verano del presente año, una nueva ley de extranjería. Esta ley permite al Gobierno de Jacques Chirac expulsar de su territorio a toda persona a la que se considere perteneciente a algún grupo terrorista.
La colaboración francesa con España en materia de terrorismo empezó a hacerse patente con el anterior Gobierno socialista francés, cuando el ministro de Justicia de este país, Robert Badinter, declaró que Francia procedería en breve espacio de tiempo a la modificación, llevada a cabo por el Gobierno Chirac, de la ley de extranjería francesa y que Francia quería mantener su condición de "tierra de asilo", aunque sin convertirse en "una madriguera o en un santuario" de terroristas.
Tres semanas antes de aprobarse la ley, el primer ministro francés, Jacques Chirac, declaró que Francia no será nunca "la base de retaguardia de terroristas que pretendan actuar en España a partir de su territorio". Unos días después, y durante ese mismo mes, utilizando la ordenanza de 1945 sobre expulsiones de urgencia absoluta, Francia procedía ya a la entrega a España de cinco presuntos terroristas.
Una vez aprobada la nueva legislación que permite expulsar del país a cualquier extranjero cuya presencia en territorio francés constituya "una amenaza grave para el orden público", Francia ha entregado a las fuerzas de seguridad españolas a otros 11 miembros de las distintas ramas de la organización terrorista ETA y ha procedido a la expulsión a Gabón del dirigente de ETA Txomin Iturbe.
La colaboración antiterrorista entre los dos países sigue aumentando con la participación de ambos en la cumbre del grupo de Trevi, celebrada en Londres el 15 de septiembre, donde se aprobó que los países de la CE no harían concesiones a los terroristas".
