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Venero y un delincuente dicen que dos policías se quedaron con la mayor parte del botín del atraco al Banesto

El joyero santanderino Federico Venero, que denunció la supuesta red de corrupción policial, y uno de los delincuentes acusado del atraco a una sucursal del Banco Español de Crédito (Banesto) en Madrid en enero de 1995 Iban declarado ante diversos jueces que los inspectores de policía Vicitoriano Gutiérrez Lobo y Adelardo Rafael Martínez García, sobre los que pesa un auto de prisión por supuesta implicación en este caso, se apropiaron de las tres cuartas partes del botín del robo, valorado en 1.200 millones de pesetas. El fiscal Emilio Valero Martínez, adscrito al juzgado que investiga el caso, ha solicitado la práctica de 28 diligencias judiciales en relación con el caso, en un escrito de seis fólios de extensión presentado ayer al juez Luis Lerga.

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José Luis Camacho Morales, de 35 años, delincuente habitual acusado del atraco al Banesto, actualmente en libertad provisional bajo fianza de 200.000 pesetas, declaró el 30 de mayo ante el Juzgado de Instrucción número cuatro de Madrid, cuyo titular es el magistrado Luis Lerga, que fue detenido el 5 (le 5ebrero de 1985 -a los seis días de producirse el atraco- en San Sebastián por los dos agentes policiales referidos, quienes se trasladaron expresamente para este cometido desde Madrid a la ciudad vasca.José Luis Camacho, alias el Ojiazos, en sus declaraciones judiciales afirma que tras ser detenido en su domicilio de San Sebastián por Victoriano Gutiérrez y Adelardo Martínez fue conducido a comisaría. De allí fue sacado por los mismos policías que adujeron a sus compañeros de la comisaría que el Ojazos les iba a indicar el lugar donde guardaba el botín del atraco: joyas por valor de 1.200 millones de pesetas. Gutiérrez y Martínez acompañaron a el Ojazos a su domicilio y cogieron. una maleta en donde se encontraba el botín.

Sin embargo, no volvieron directamente a comisaría, según la declaración de Camacho, Morales. Previamente se pasaron por un hotel cercano a la playa de la Concha, donde otros dos policías, que habían acompañado a Gutiérrez y Martínez desde Madrid, tenían reservada una habitación. La maleta con el botín se quedó en esa habitación con esos otros dos policías cuyos nombres no han trascendido, según esta declaración.

Gutiérrez, Martínez y el Ojazos volvieron a comisaría y allí, según la declaración de Jose Luis Camacho, hicieron el paripé ante los policías que se encontraban en la dependencia policial, diciendo que el Ojazos les había engañado. Incluso, en la cara de el Ojazos aparecían marcas de haber sido golpeado con la intención de hacer más creible la historia. El Ojazos fue llevado a los calabozos, de donde volvió a salir Más tarde, de: nuevo acompañado por Gutiérrez y Martínez. Regresaron los tres al hotel y bajaron la maleta para volver por tercera vez a comisaría. Allí, José Luis Camacho observó, tras ser abierta la maleta, que faltaban tres cuartas partes del botín, entre ellas una serie de lingotes de oro.

Versión ratificada

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La declaración de José Luis Camacho fue ratificada por el joyero Federico Venero, tanto en sus declaraciones ante el Juzgado de Instrucción número cuatro de Santander, como ante el juez Luis Lerga, según fuentes que han tenido acceso a este testimonio. Según estas fuentes, Venero declaró que en una quincena de ocasiones viajaron a Santander desde Madrid los inspectores Gutiérrez y Martínez con el objeto de que les comprara joyas robadas en el Banesto.

Venero ha admitido que les compró joyas por valor de más de siete millones de pesetas. Según la declaración de Venero, en el primer viaje de Gutiérrez y Martínez, éstos aparecieron con unos lingotes de oro, mientras que en el segundo trajeron brillantes desmontados. Venero, incluso, llegó a afirmar ante los jueces dónde podría encontrarse el resto de las joyas, que según el joyero estarían guardadas en un chalet de Victoriano Gutiérrez.

Además de los 1.200 millones en joyas que fueron sustraídos -de las 71 cajas de seguridad del Banesto, también fue robada una serie de documentos. Según las declaraciones judiciales de José Ramón Torres Pérez, uno de los autores materiales del asalto, actualmente ingresado en la prisión de máxima seguridad de Alcalá-Meco, en el atraco también fueron sustraídos de una caja de seguridad unos documentos, cubiertos "en cuero negro y atado en un cordel brillante en forma de cruz".

Conexión con Mesía Figueroa

Según la declaración de Torres, de 36 años y ex miembro de la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), en sus contactos con Jaime Mesía Figueroa -nieto del anterior Conde de Romanones, actualmente procesado por su presunta implicación en el atraco, al actuar como supuesto intermediario entre los ejecutantes materiales del atraco y la presunta mafia policial- éste le hacía especial hincapié en que no olvidara de llevarse esos documentos. Mesía impuso en la de la banda a un hombre de su total confianza, un tal Hugo, que nunca fue detenido y cuya identidad nunca se supo.

Por otro lado, el fiscal Emilio Valerio Martínez ha solicitado la práctica de 28 diligencias judiciales en relación con el caso. Entre las diligencias solicitadas destacan las declaraciones de numerosos funcionarios policiales entre los que figuran los supuestos implicados en la corrupción de Santander, así como que el polémico abogado José Emilio Rodríguez Menéndez sea conducido a presencia del juez para prestar declaración.

El motivo de esta última petición está relacionado con las declaraciones de algunos implicados en el caso, que señalan que Rodríguez Menéndez podría estar al tanto del atraco al Banesto. En ese sentido, la declaración del joyero Venero ante Lerga precisa que cuando él iba por Madrid solía ir de alterne con los policías Gutiérrez y Martínez, así como con Rodríguez Menéndez.

En esta declaración, Venero señaló que cuatro o cinco años antes también alternaba con ellos el juez Ricaro Varón Cobos. Este extremo no se hizo constar en la declaración al referirse a varios años anteriores al suceso objeto del proceso.

Por otra parte, los abogados de José Ramón Torres Pérez, Alejandro Echániz Garay y Pedro Camacho García, tres de los delincuentes procesados por el atraco al Banesto, criticaron ayer la actuación del juez José María Bento, quien estuvo ;al frente del Juzgado de Instrucción número cuatro hasta que le relevó Luis Lerga. La crítica realizada al juez Bento por parte de: estos abogados incide en que: nunca llamó a declarar a los dos policías supuestamente ímplicados y que negó el careo entire José Ramón Torres y Jaime Mesía Figueroa, que se llegó a realizar con Lerga en el juzgado.

Según los abogados, sus tres, defendidos consideran que "no se les ha hecho debida justicia", ya que colaboraron desde un primer momento con el Juzgado. El juez Bento no pudo ser localizado en la tarde de ayer. Asimismo, estos abogados han mostrado su extrañeza de que en mayo pasado la sección segunda de la Audiencia Nacional pusiera en Libertad bajo fianza a José Luis Camacho Morales. Estas fuente, han señalado que Camacho es tan autor material del atraco como sus defendidos por lo que no entienden un trato desígual.

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