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Oferta y demanda cambian sus posiciones

La resistencia a la baja que mostraron los mercados de valores al cierre de la semana anterior se ha convertido en una apresurada carrera en busca de aquellas posiciones que permitan esperar el futuro a corto plazo con ciertas garantías de éxito. Las tomas de posiciones, siempre en un claro equilibrio entre papel y dinero, han pasado a ser más abiertas, provocando un retroceso de los vendedores y la consiguiente subida de los precios. Sobre este último aspecto hay que señalar que la fuerza con que han reaccionado las cotizaciones ante la presencia del dinero debe enmarcarse dentro del actual nivel de la contratación, que, si bien está en sus cotas más bajas, supera en cinco o seis veces los volúmenes habituales de estas fechas en los ejercicios anteriores. El alto grado de liquidez que registran los mercados es una de las más importantes novedades aportadas este año y la causa fundamental de que las tendencias negativas no hayan tenido mayor incidencia en el nivel de las cotizaciones.Resulta difícil explicar por qué se ha producido en estos momentos, y no antes, este cambio de tendencia en los mercados, ya que la coyuntura, tanto nacional como internacional, apenas ha registrado variaciones importantes. Las dificultades para llegar a un acuerdo sobre la producción de crudo y, consecuentemente, el mantenimiento de los precios a la baja, así como las expectativas de una reducción generalizada de los tipos de interés, no han tenido demasiado eco en los mercados españoles, más pendientes del nivel de los precios de las acciones que de la situación económica. No obstante, la tendencia de los tipos de interés en los mercados interiores, pese a las tensiones que registran los préstamos de regulación y el interbancario, es claramente descendente y la renta variable había de acusarlo antes o después. Independientemente de que se produzcan algunas realizaciones de beneficios apresuradas, el horizonte parece que se presenta despejado, una vez que la política ha pasado a segundo término y ha concluido el plazo para la presentación de declaraciones de la renta, factor que en modo alguno hay que considerar como secundario.

La sesión mantuvo un ritmo más alegre que en las jornadas precedentes, aunque el nivel de la contratación no resulte mucho más elevado. Papel y dinero se vienen moviendo con bastante agilidad, y aunque el volumen contratado casi sea el mismo, cualquier retroceso de los vendedores provoca una rápida subida de los precios, tal y como sucede a lo largo de los últimos meses.

Casi todos los valores significativos del mercado aprovecharon esta retirada de los vendedores para ganar posiciones, que en algunos casos llegaron al límite. Las eléctricas subieron casi en bloque, marcando la pauta al resto de los sectores, entre los que destacó el bancario con avances de hasta 50 enteros. Los grupos industriales se han sumado al cambio de tendencia sin ningún esfuerzo y Telefónica puso el broche final ganando 7,50 enteros. La rapidez con que se han registrado estos avances ha sorprendido a algunos operadores, pero hay que tener en cuenta el actual grado de liquidez para poder comprender que el vacío que deja el papel, y en ocasiones el dinero, debe llenarse inmediatamente.

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