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Las pérdidas del Banco de Valencia superan los 9.000 millones

Las pérdidas acumuladas durante los últimos ejercicios en el Banco de Valencia se cifran en 9.200 millones, de los que 800 millones correspondieron al último ejercicio. Los accionistas del Banco de Valencia acudieron a la ampliación de capital, por valor de 2.510 millones de pesetas, finalizada hace unas semanas, por lo que el Banco Central sólo tuvo que adquirir el 20% de la misma, correspondiente a su porcentaje de participación.El plan de saneamiento de la entidad se plantea, como uno de los objetivos básicos, unos mayores recursos; propios, por lo que se estudia en la actualidad proceder a una nueva ampliación de capital por otros 2.510 millones de pesetas, a realizar el próximo otoño, y que también estaría garantizada por el Banco Central.

El Banco de Valencia, según los datos publicados por el Consejo Superior Bancario, presentaba a finales de 1985 unas pérdidas de ejercicios anteriores de 5.570 millones de pesetas, a los que había que añadir 800 millones correspondientes al último ejercicio. No obstante, el Banco de España estima que las pérdidas reales acumuladas superan en 3.000 millones las cifras dadas a conocer oficialmente. Con estas últimas cifras se aceptó un plan de saneamiento por el que el Banco Central, que tiene el 20% del capital y la responsabilidad de gestión sobre la entidad, garantizaba su amortización en un plazo de seis años, con 1.500 millones de pesetas anuales, en el supuesto de que el Valencia no generara los recursos suficientes para hacerlo por sí mismo.

Los compromisos que se asumían dentro del plan de saneamiento diseñado, además de no repartir dividendos mientras dure el proceso, se referían a una ampliación de capital, en la proporción de una acción nueva por cada una vieja, que el Banco Central suscribiría en la medida en que el resto de accionistas no lo hiciera, al tiempo que el Central se comprometía a facilitar al Valencia la tesorería que necesitara, así como a cederle operaciones crediticias por las que obtuviera la necesaria rentabilidad para equilibrar la cuenta de resultados.

Buena ampliación

La ampliación de capital, finalizada hace un par de semanas, se realizó sin que el Banco Central tuviera que acudir en proporción mayor a la que le correspondía como accionista. Durante todo el período de suscripción de las acciones hubo dinero todos los días tanto para acciones como para adquirir los derechos de quienes no quisieran acudir a la misma. Con ello el Banco de Valencia tiene en estos momentos unos recursos propios -capital y reservas- algo superiores a las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores.Esta escasa proporción es la que plantea la necesidad de que se realice al menos una nueva ampliación de capital, que podría llevarse a cabo una vez que finalice el verano. En esta ocasión, la ampliación sería por el mismo importe que la anterior, 2.510 millones, en la proporción de una acción por cada dos antiguas. En medios financieros se señala que en esta ocasión es bastante difícil que los accionistas del Valencia vuelvan a acudir como lo han hecho ahora a la ampliación, y que entonces el Banco Central sí tendría que suscribir en mayor proporción de la que le correspondería.

El otro pilar del plan de saneamiento del Banco de Valencia era la cesión de activos del Bance Central o la entrada en operaciones nuevas en las que fuera a participar la entidad presidida por Alfonso Escámez.

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