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CANARIAS

Intelectuales y ecologistas piden para El Hierro un desarrollo turístico que respete la naturaleza

Políticos, técnicos, intelectuales y ecologistas han fijado las bases para que la isla de El Hierro, la más occidental del archipiélago canario, desarrolle un turismo de nuevo cuño inspirado en el respeto a su paisaje y a la importancia etnográfica de su patrimonio. Esta isla permanece ajena a la explosión hotelera que registran Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote.

Con el denominado Manifiesto ecológico desde el meridiano 0, personas influyentes de la sociedad canaria pretenden que no se repitan nuevos desaguisados y que El Hierro sea un "modelo de desarrollo económico".Entre los firmantes del documento, que recuerda en su título que la isla fue antiguamente punto de paso del meridiano cero, figuran el escritor Alberto Vázquez Figueroa, el artista César Manrique y la consejera de Turismo y Transportes de la Comunidad autónoma, María Dolores Palliser. El manifiesto propone que se potencie el turismo de la isla, junto a la pesca, la ganadería y la agricultura, conservando "la pureza del entorno" e "insistiendo en la calidad del paisaje rural". Se recomienda asimismo que la afluencia de visitantes no entrañe "elementos perturbadores de las señas de identidad", por lo que debería optarse por un turismo "amante de los valores basados en los recursos naturales".

La declaración coincide con una proposición no de ley del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, mediante la que se insta al Gabinete regional a que anime al Gobierno central a gestionar para un paraje singular de la isla, el conjunto forestal de Sabinas y Tabaibas de la Dehesa, la declaración de reserva biológica del Consejo de Europa.

Manuel Fernández, parlamentario canario y firmante también del manifiesto, señala en su propuesta que el monte de las Sabinas es "un conjunto caprichoso de la naturaleza de indudable interés biológico y turístico por las raras y viejas especies existentes".

Para amantes de la naturaleza

La isla de El Hierro, la más pequeña de las siete que forman el archipiélago canario, ensaya ahora la alternativa turística como salida a su deprimida economía. La emigración ha sido hasta ahora la espita a su delicada situación social. Sus actuales responsables políticos se proponen rentabilizar los encantos naturales de la isla con un turismo de elite.El Gobierno autónomo ya ha puesto en marcha una campaña de reutilización de casas forestales para amantes de la naturaleza. Un programa de cruceros a través de las islas ha descubierto también en la isla de El Hierro un filón sin explotar.

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Los ecologistas demandaban a las autoridades la creación de un parque marino y, de un lagartario para garantizar así la conservación de especies autóctonas como el famoso largarto gigante de Salmor, en peligro de extinción.

El Gobierno autónomo ha divulgado en las últimas promociones turísticas internacionales la oferta selecta de El Hierro y ha sintonizado con esta filosofía ambientalista de la industria hotelera. La consejera de Turismo y Transportes, María Dolores Palliser, manifestó que el Gobierno canario dictará unas normas subsidiarias para racionalizar el desarrollo de las zonas turísticas, sin frenar la inversión, a fin de no hipotecar el futuro de Canarias.

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