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Violaciones

Rosa Montero

Lo peor de vivir en un mundo plagado de injusticias y malas bestias es que cualquier desafuero, por grande que parezca, queda inmediatamente minimizado por una atrocidad aún mayor, como si se estuviera celebrando perennemente un concurso internacional de indignidades. Tomemos por ejemplo el tema de las violaciones, de por sí tan bárbaro y canalla. La ocurrencia del gobernador civil de Córdoba, que dijo que sólo habían sido forzadas aquellas mujeres que no se habían resistido, resulta una niñería comparada con el hecho de pedir seis meses de cárcel para la joven murciana que abortó tras ser violada, y podría hasta pasar por una frase inteligente si tenemos en cuenta la reciente actitud de un juez de Filadelfia.Hete aquí que el tal juez, llamado Bernard Avellino, demostró su impecable sentido de la justicia definiendo a la víctima de un caso de violación como "la chica más fea que he visto en mi vida". Se comprende que un hombre así, mucho más preocupado por la estética que por la ética, considerase que la supuesta fealdad era un dato definitivo a la hora de dictar sentencia: el acusado fue declarado culpable de asalto, pero no de violación. Para redondear la ejemplaridad del veredicto, Avellino reprendió al condenado: "Era una chica muy poco atractiva y tú eres un tipo guapo. Lo que le hiciste fue una estupidez". Pobrecito violador, desperdiciando su hermosura en hembras lastimosas. Si la víctima hubiera estado más lustrosa, el juez habría mostrado más clemencia: dado que violar a una fea es para él una estupidez, violar a una guapa le debe de parecer un acto de lo mas sensato e inteligente.

Con todo, lo más desesperante no es comprobar la progresión geométrica de lo injusto, sino la conciencia de pedernal de los culpables. El juez norteamericano, por ejemplo, anda por lo que se ve irritadísimo por el clamor que su actuación ha levantado. También Reagan se enjuaga diariamente la boca con la palabra democracia mientras viola, pongo por caso, los derechos humanos de todo el pueblo filipino. Pero esto, las violaciones colosales o violicidios, son tema para otra historia y otro artículo.

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