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ETA asesina en San Sebastián a un cabo de la Armada y a un recluta simpatizante de HB

Un comando terrorista, presumiblemente de ETA Militar, ametralló ayer en San Sebastián un microbús de la Marina causando la muerte al soldado donostiarra José Manuel Ibarzábal Luque -de 20 años-, y al cabo Rafael Melchor García -de 26 años-, padre de dos hijos. El primero de ellos, conductor del vehículo, era un remero conocido en SanSebastián y simpatizante de Herri Batasuna, según indicaron en la coalición. Se trata del primer atentado con víctimas mortales desde el 14 de septiembre, en que murió en Vitoria un policía nacional al que le estalló una bomba bajo su vehículo. El cabo segundo Luis Ángel Carvallo y el alférez médico Manuel Secundino Rodríguez Sanesteban, que anoche continuaba en grave estado, resultaron heridos en el atentado.

El hecho ocurrió minutos después de las 8.30 horas en el barrio de Birebieta, a una treintena de metros del bloque de viviendas ocupadas por oficiales, suboficiales y personal civil de la Marina. El conductor, José Manuel Ibarzábal, de 20 años, remero de la trainera Donostia era familiar del portavoz del Gobierno vasco Eugenio Ibarzábal y simpatizante de HB. El dirigente de la coalición Jon Idígoras confirmó ayer en declaraciones a Efe que Ibarzabal "era simpatizante de HB" y se refirió al "dolor de todos nosotros por estas muertes, fundamentalmente por la de un compañero". El atentado, primero de consecuencias mortales que se produce desde el 14 de setiembre pasado, cierra el capítulo de especulaciones sobre una pretendida tregua de ETA Militar.

Apostados estratégicamente

Según testigos directos, tres terroristas con las armas ocultas y la cara descubierta tomaron posiciones disimuladamente en torno a la curva, despejada y de suave descenso, que describe la carretera del barrio Birebieta en la calle Seratio Múgica poco antes de enlazar con la vía que une Pasajes y el centro de San Sebastián. Su distribución en el lugar les permitía efectuar fuego cruzado simultáneamente, pero sólo uno de ellos disparó su metralleta en abanico, siguiendo la trayectoria obligada del vehículo en la curva.

La furgoneta Mercedes Benz -conocida en la jerga de la Marina como la paquetera y reservada para el traslado de los horarios a sus destinos de servicio: las mandancias de San Sebastián y de Pasajes- se estrelló sin control contra un árbol, cerca del coche utilizado por el comando, un Seat 131 beis, robado poco antes en Rentería y a cuyo volante se encontraba un cuarto terrorista.

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Tras el choque, José Manuel Ibarzábal saltó del microbús, pero fue perseguido por uno de los terroristas, alcanzado por un primer disparo y rematado. El asesino, un individuo corpulento, de pelo ondulado, moreno, que vestía jersei gris y pantalón vaquero, volvió inmediatamente sobre sus pasos cubriendo a la carrera la distancia que le separaba del coche en el que se encontraban ya los otros miembros del comando. En su huida, los terroristas debieron de cruzarse con un vehículo de la Policia Nacional y otro de la Guardia Municipal de San Sebastián, que llegaron un minuto después del hecho.

Fuentes del Gobierno civil precisaron que el comando dejó 26 casquillos del 9 Parabellum y que los disparos fueron efectuados con una metralleta y una pistola.

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