Más de 20,000 muertos en Colombia por la erupción de un volcán en la mayor catástrofe de su historia
Entre 20.000 y 30.000 personas perecieron ayer en los Andes colombianos en lo que constituye la mayor catástrofe natural de la historia del país, a consecuencia de la erupción del volcán Nevado del Ruiz, que, al derretir millones de metros cúbicos de hielo y nieve, provocó el desbordamiento de varios ríos, que arrasaron numerosas localidades. El mayor impacto lo sufrió Armero, a unos 200 kilómetros al noroeste de la capital, Bogotá, donde murió la gran mayoría de sus 21.000 habitantes sepultados por el lodo. La región dañada es muy rica en ganadería, café, algodón, sorgo y arroz. Se desconoce si entre las víctimas hay súbditos españoles.
El cráter Arenas del volcán Ruiz, como se le conoce en Colombia a este pico de 5.400 metros, entró en actividad hacia las nueve de la noche del miércoles (tres de la madrugada del jueves en España), arrojando lava y cenizas. El calor derritió sus nieves perpetuas, que provocaron espectaculares incrementos del caudal de los ríos que nacen en la montaña, entre ellos el Guali, el Chinchiná y el Lagunilla.El volumen de los cursos de agua se multiplicó por 10, arrastrando a su paso árboles, animales, rocas y lodo. Las poblaciones cercanas, tras soportar el primer embate de lava, recibieron el aluvión de agua, con sus materiales arrastrados. Un superviviente manifestó haber sido arrastrado por el lodo durante 45 minutos y se han encontrado cadáveres flotando en las aguas a 300 kilómetros del lugar de la catástrofe.El presidente de Colombia, Belisario Betancur, viajó en helicóptero al lugar del desastre y se reunió en Bogotá el comité interministerial de emergencia para coordinar las tareas de socorro. En sus primeras declaraciones in situ, Bétancur afirmó que aquélla era una nueva prueba a la que se veían sometidos los colombianos, refiriéndose con ello a la reciente batalla entre Ejército y guerrilleros en el Palacio, de Justicia de Bogotá, donde murieron 95 personas. El área de unos 180 kilómetros cuadrados ha sido declarada zona catastrófica. El Gobierno de Estados Unidos dispuso el envío de helicópteros, con base en el Canal de Panamá, con capacidad para transportar 80 pasajeros, para que colaboren en los trabajos de rescate de los supervivientes.
En el lugar donde estaba Armero, a unos 200 kilómetros al noroeste de Bogotá y 50 al este del volcán, se formó una gran extensión desolada por los materiales arrastrados por el río, según relatan algunos testigos oculares. Apenas unos millares de supervivientes de esta población, de 21.000 habitantes, se encuentran refugiados en el techo de lo que eran sus casas y en colinas cercanas, rodeados por agua y lodo, a la e spera de que lleguen los helicópteros para su evacuación. Esta madrugada ya se habían rescatado más de 4.000 cadáveres en toda la zona.
Poblaciones cercanas al río Lagunilla, como Mariquita, Honda y Chinchiná, con una población conjunta de unas 60.000 almas, y en donde hay miles de desaparecidos, están siendo evacuadas.
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Persiste el peligro de que se forme una nueva riada
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Se está formando una represa debido al estancamiento de barro, árboles y rocas. Persiste el peligro de que el improvisado dique se desborde y se forme una nueva riada.
La superficie de los ríos próximos al volcán Ruiz aparece cubierta de peces muertos por la contaminación del azufre expelido en la erupción. Por las emisoras de radio se hacen insistentes llamamientos a la población para que no los consuma. La Cruz Roua ha establecido varios puestos de socorro en lugares cercanos a la zona del desastre, a la que únicament se puede llegar por vía aérea, pues carreteras y puentes fueron arrastrados. La Defensa Civil de Colombia, entre tanto, está evacuando a miles de personas de sectores que pueden verse afectados por nuevas erupciones del volcán. El Ministerio de Salud ha formulado angustiosos llamamientos por radio para que la población done sangre. "En Bogotá no queda ni una gota de sangre y plasma", afirmó un funcionario.
Ayer no había aún cálculos oficiales sobre el número de víctimas y el volumen de las pérdidas materiales, pero apreciaciones de pilotos de avionetas de fumigación y radio aficionados señalan que aparte de las más de 20.000 vidas humanas perdidas, los daños económicos se elevarán a varios miles de millones de pesos (el peso se cotiza casi a la par con la peseta).
Las tareas de rescate se realizan con gran dificultad debido a las características del siniestro, con fango y fuertes corrientes de agua, e incluso a media tarde los equipos de socorro tuvieron que evacuar rápidamente la zona en que trabajaban, al producirse una nueva avalancha de lodo. Los ríos Magdalena y Cauca, muy crecidos al recibir a tributarios que nacen en el Ruiz, arrastran decenas de cadáveres. Todos los ríos de la zona aparecen teñidos de un tono amarillento, debido al azufre vertido en ellos por las cenizas del volcán. Las autoridades han pedido que no se beba agua procedente de estas corrientes.
"Parece el fin del mundo", comentó uno de los periodistas que han conseguido llegar a la zona siniestrada. "Hoy he Vuelto a nacer", dijo un policía, uno de los dos agentes de la localidad que lograron salvarse, de una dotación de 25. "La gente corría en todas la direcciones, algunos de ellos des nudos e implorando al cielo. Fue horrible". El policía logró salvarse al trepar a un árbol y ponerse fuera del alcance de la corriente de rocas y lodo que arrasó la comisaría.
"Es increíble. No ha quedado nada de Armero", dijo un piloto que sobrevoló el lugar. "La ciudad está enterrada bajo la ceniza. Parece una enorme playa". Este piloto dijo que vio a unas 100 personas subidas a los tejados de algunas de las casas ligeramente apartadas del grueso de la corriente.
Un piloto de un avión de una línea comercial de Colombia, que sobrevolaba el volcán en el momento de su entrada en actividad manifestó que vio "una gran llamarada roja" que salía del cráter y se elevaba casi hasta los 35.000 pies de altura. "La erupción afectó a mi aparato, y dentro de la cabina no se veía nada", comentó. "Los vidrios estaban como pintados de blanco por las cenizas expulsa das". La nave intentó aterrizar en Bogotá, pero por no pudo hacerlo por falta de visibilidad. Tuvo que desviarse hasta el aeropuerto de Cali, al suroeste del país, donde finalmente tomó tierra.
La región afectada alberga una población que se sitúa entre las 150.000 y las 200.000 personas Además de ser un importante centro turístico, se trata de una de las zonas más ricas de Colombia. Tiene una cabaña ganadera muy importante y grandes cultivos de café, algodón, sorgo y arroz. La producción de café de esta zona podría verse reducida en un 5%", según un portavoz de la federación nacional de productores de café.
Telegrama de los Reyes
Los Reyes de España enviaron ayer un telegrama al presidente de Colombia, Belisario Betancur, en el que le expresan su pesar Y, SU condolencia por las catastróficas consecuencias derivadas de la erupción del volcán. En su telegrama, los Reyes hacen extensiva su condolencia y solidaridad a todo el pueblo colombiano.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Felipe González, se puso en comunicación con Belisario Betancur para testimoniarle su pesar y poner a disposición del Gobierno colombianio los servicos de ayuda españoles.
Las Naciones Unidas, por medio de su secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, y del presidente de la Asamblea General, el espaflol1aime de Piniés, ofrecieron ayer su ayuda a Colombia y pidieron solidaridad internacional con la víctimas.
El Gobierno español ha dispuesto el envío de entre ocho y 10 toneladas de plasma, mantas, material sanitario, medicamentos, tiendas de campaña y un grupo electrógeno.
En el cráter Arenas se apreció hace unos meses actividad de fumarolas. Entonces, una comisión elaboró un informe sobre geología y sismología del volcán Nevado del Ruiz.
Como resultado del estudio se descartó la posibilidad de una erupción volcánica. No obstante, se mantuvieron en las cercanías del cráter aparatos de medición de la actividad eruptiva. Hace 10 días, el Gobierno ordenó que se retiraran todos los instrumentos medidores por falta de recursos económicos para mantenerlos en la montaña.
La Dirección de Aviación Civil de Colombia ha restringido el tráfico aéreo en un radio de 100 millas alrededor del volcán. Esta medida se adoptó porque la actividad eruptiva afecta peligrosamente a la navegación aérea.
El Ministerio de Comunicaciones ordenó por decreto que todas las emisoras de radio queden a disposición del Gobierno debido a la emergencia. Así, las informaciones procedentes de la zona arrasada se mezclan con las peticiones de ayuda de los equipos de rescate a sus centrales en Bogotá.
Las peticiones van desde medicinas, ropa y se insiste en forma especial en el envío de agua potable, pues todos los ríos del área están contaminados por azufre.
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