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¿Para qué sirve un, satélite?

Los satélites geoestacionarios, situados en una órbita encima del Ecuador y a una distancia de 36.000 kilómetros de la Tierra, constituyen uno de los sistemas más perfectos y avanzados de comunicaciones. Su velocidad, que coincide con la de la rotación terrestre, les da la apariencia de estar inmóviles en el cielo con respecto a cualquier punto de referencia situado en la Tierra.Precisamente desde esta quietud observan, registran y enlazan lo que sucede en la superficie terrestre y el espacio sin que la atmósfera suponga un grave obstáculo en sus pesquisas y operaciones. Su utilización es diversa: desde fines militares -no se descarta la guerra antimisil- y de espionaje hasta otros de protección civil, agricultura, metereología o de inventario de recursos naturales. Naturalmente, la Ciencia (astronomía, biología y geología) también se ve beneficiada.

Los avances más espectaculares se han producido, sin embargo, en el terreno de las comunicaciones y, especialmente, en el de señales de televisión. Los llamados satélites de comunicación directa han permitido, por ejemplo, que un acontecimiento que sucede en un lugar remoto de la Tierra pueda ser contemplado en directo por millones de espectadores situados en lugares diametralmente opuestos.

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