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Un guardia civil, procesado como presunto autor de la muerte de un policía nacional

El titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia, Juan Cremades, ha dictado auto de procesamiento contra el guardia civil José Giménez Cabezas, de 27 años, como presunto autor de un delito de asesinato en la persona del policía nacional Pedro Montiel Galera. Informes balísticos de la Policía y la Guardia Civil han determinado que la bala que mató al policía nacional fue disparada por la pistola reglamentaria del guardia civil procesado.

El juez ha establecido una responsabilidad civil valorada en 11 millones de pesetas, y en el auto de procesamiento se determina que el Estado es responsable subsidiario, ya que el arma presuntamente homicida, una pistola marca Star del calibre 9 milímetros Parabellum, es de su propiedad y estaba asignada al supuesto asesino debido a su cometido profesional.Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado día 2 de enero. El cuerpo de Montiel Galera fue encontrado en Valencia con un orificio de entrada de bala entre las cejas y otro de salida en la región occipital, sentado al volante de un coche de su propiedad aparcado en la plaza del País Valenciano, de la ciudad.

La esposa del fallecido efectuó ante el juez una declaración voluntaria y señaló que el policía mantenía relaciones con una joven cuyo padre y dos hermanos pertenecían a la Guardia Civil.

Según se especifica en el auto de procesamiento, a consecuencia de esta situación se habían producido frecuentes tensiones entre el fallecido y la familia de la joven. Tales problemas habían desembocado en dos juicios de faltas contra el policía, que llegó a ser condenado como autor de agresiones al padre de aquélla.

Disparo a bocajarro

El auto indica que, en la madrugada en que ocurrieron los hechos, el policía nacional concertó una cita con otra persona que, una vez se reunieron, le disparó a bocajarro. Junto al coche, con el cuerpo del policía se encontró un casquillo del calibre 9 milímetros Parabellum marca Santa Bárbara. Añade que el arma reglamentaria del procesado había sufrido manipulaciones recientes, tales como el limado de la punta de la aguja percutora, para impedir identificar la pistola. No obstante, señala el auto, a la vista de diversas pruebas balísticas se pudo identificar la pistola reglamentaria del guardia civil procesado.

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