El FMI estima que sería "trágico" un cambio en la política económica de ajuste a medio plazo iniciada en 1982
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe anual sobre la economía española, estima que sería "trágico" un cambio en la política económica de ajuste a medio plazo que el Gobierno puso en vigor a finales de 1982. El informe del organismo mundial -quizá el más favorable que ha elaborado sobre la economía española- resalta los logros alcanzados en los dos últimos años y advierte que los mismos podrían "erosionarse" tan sólo con el planteamiento, a mitad de camino en esta política de ajuste, de una polémica sobre si ésta debe o no debe ser modificada.
Las tres primeras líneas del informe del FMI, que se extiende a lo largo de 14 folios en inglés, resume la filosofía del mismo: "Si hubiera que reducir a un único comentario, después de dos semanas de discusiones aquí (en España), sería reafirmar la necesidad manifiesta de continuar la política puesta en vigor a finales de 1982". Más adelante añade: "Creemos que sería, pues, trágico si, justo cuando las muy difíciles decisiones de esta política están dando sus frutos, sus efectos pueden resultar erosionados si surgen incertidumbres en relación a la continuidad de la actual política".Al hacer el balance de los logros de la política en práctica, el informe entona un mea culpa por los duros comentarios del pasado año y por sus expresiones pesimistas en torno a la capacidad del Gobierno para alcanzar sus objetivos. "Los hechos", dicen los autores del documento, "han probado que nuestro escepticismo era injustificado en sus principales aspectos. Las exportaciones han crecido a ritmos exponenciales; la desaceleración de la inflación que comenzó en 1983 se mantuvo en 1984, y a través del año estuvo cerca de las previsiones; las necesidades de endeudamiento del Gobierno cayeron en términos relativos al PIB por vez primera en muchos años, una vez que se excluyen las transacciones no corrientes asociadas con las dificultades de la privatización de Rumasa". Tras resaltar los desequilibrios históricos de la economía española, aumentados por la política de los años previos a 1982 consistente en paliar los efectos del desequilibrio con medidas coyunturales, el informe enumera los cambios estructurales introducidos en los primeros años de gestión socialista y que cifra, en primer lugar, al fin de la política de utilizar el presupuesto público para resolver quiebras en el sector privado; segundo, la puesta en práctica de la reforma de un sistema de pensiones de la seguridad social que era autodestructivo; tercero, la introducción del principio de que el problema del empleo guarda relación con el nivel de los salarios; y, por último, el fin de la panoplia de incentivos especiales, que han probado ser ineficaces y contraproductivos.
El paro
Respecto al paro, el informe señala que "el fracaso en la mejora de las condiciones del mercado de trabajo se debe a dos factores: primero, la mejora en la posiciones de costes de las empresas todavía no ha avanzado suficientemente para generar un incremento en la demanda de empleo ( ... ); y, segundo, y a nuestro juicio el factor más importante, las dificultades de las empresas, debido a las rigideces normativas, para flexibilizar sus plantillas no han cesado".
Para los expertos del FMI, que visitaron España durante dos semanas a finales de mayo y mantuvieron entrevistas con altos representantes del Gobierno, el Banco de España, la CEOE y los sindicatos, existe un problema latente en el frente del empleo. Se trata de que, pese a los esfuerzos realizados en la contratación de jóvenes y la aborción por el Estado de los costes empresariales de la Seguridad Social, "el nivel de salarios, a pesar de la moderación de sus incrementos, continúa siendo muy alto para clarificar el mercado".
